La condena al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha provocado una avalancha de comentarios y opiniones. En el programa laSexta Xplica han preguntado al juez José Castro como experto para conocer su opinión sobre el fallo. 

"En el Supremo no hay instancias ordinarias, no hay apelación, pero hay un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y un recurso ante el Tribunal de los Derechos Humanos de Luxemburgo", ha sentenciado el magistrado asegurando que “al final la verdad se impondrá". A su vez, ha añadido: "Hay que reconocer que el resultado no es previsible, aunque yo lo prevea porque realmente lo deseo en aras de la justicia".

Por ello, tras conocer la sentencia al fiscal que lo condena a dos años de inhabilitación y una multa de 7.200 euros por un delito de revelación de secretos contra Alberto González Amador - novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso -, a quien ordena indemnizar con 10.000 euros por daños morales. En su opinión, Castro ha asegurado que "la sentencia es un auténtico disparate en el sentido jurídico", aunque ha rematado que lo dice "con todos los respetos al Tribunal Supremo". 

Además, ha razonado su opinión aseverando que "para condenar justamente al fiscal general del Estado por un delito de liberación de secretos, hacía falta que se quedara probado que la filtración procedía del fiscal general del Estado y que al tiempo de la filtración, el objeto de la filtración conservara la condición de secreto".

El magistrado ha explicado las razones por las que él no cree que dicha condena sea justa: "El tribunal, toda la prueba desarrollada en el acto del plenario, conducía a la fijación de esas premisas, pero resulta que nada de eso ha quedado acreditado. Por mucho que se han empeñado y toda la prueba iba en ese sentido, no se ha podido probar". 

A su vez, ha abogado que "el discurrir lógico de la sentencia hubiera sido una sentencia absolutoria del delito de revelación de secretos, porque no había ningún secreto que revelar, pero el Tribunal no se quería ir de vacío en un juicio tan aparatoso y con tantas sesiones".

Por ello, el juez ha manifestado una reflexión: “Hace una pirueta jurídica sorprendente, cambia de escenario y ya no estamos ante una revelación de secretos, sino que ahora se basa en algo que no hacía falta probar, porque ya lo había reconocido y no había ninguna duda de que lo había reconocido el fiscal general del Estado, que era haber sido el autor de la nota de prensa que el propio Tribunal Supremo anticipadamente había considerado irrelevante".

"Entonces, se cambia el escenario y el objeto, que antes era la revelación de secreto y se concentra en la nota de prensa que el fiscal general había emitido. Para acreditar eso, no había hecho falta en absoluto todas las pruebas que se habían practicado, las testificales de los testigos, porque el fiscal había reconocido que había enviado esa nota de prensa", ha zanjado.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover