Después de acudir al Juzgado de Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional para declarar por desobediencia tras seguir publicando grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo, El Confidencial no publica nuevas informaciones este viernes -Moncloa.com dejó de hacerlo el jueves- pero sí ha publicado un editorial en defensa de la libertad de expresión y con sus alegaciones sobre los episodios de los últimos días.

El Confidencial asegura que “ha obtenido de manera lícita y transparente dichas grabaciones y las ha venido publicando con cita expresa de la fuente que se las ha proporcionado”. Una publicación que enmarca en el “deber de informar” de los medios que está consagrado en el “artículo 20.1 de la Constitución española” y donde “se prohíbe expresamente la ‘censura previa’ y solo admite el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información si así se dispone ‘en virtud de una resolución judicial’”.

Sobre la prohibición de publicar más grabaciones mediante “oficio judicial”, El Confidencial defiende que sus informaciones “han sido veraces, de indudable relevancia pública —así lo acreditan las consecuencias provocadas por las mismas—, y que su difusión responde única y exclusivamente al legítimo interés —que es también un deber— de ofrecer a los lectores […] el mayor acervo noticioso” y alega que, cuando hay un conflicto de intereses, debe resolverse reconociendo la prevalencia de la libertad de prensa.

Además, desde la dirección del medio, dicen desconocer por qué se requisa “material informativo” y por qué se prohibido publicar “noticias sobre este asunto”, así como los motivos para investigar “por desobediencia al director y subdirector nacional de este diario”.Como ambos declararon este jueves ante el magistrado-juez, y a preguntas del fiscal, dichas informaciones están contrastadas con las mejores prácticas deontológicas y no buscan otro propósito que el de servir a los lectores del periódico”, ignorando por completo si con ellas otras instancias o personas han podido incurrir en alguna ilicitud penal o de otra naturaleza”, añade el editorial.

“La perseverancia en la libertad de expresión —aun en circunstancias adversas o controvertidas— es un objetivo indeclinable de un medio como El Confidencialcuyos valores y principios consisten en la veracidad de sus informaciones, la pluralidad de sus opiniones y el respeto al derecho de rectificación conforme se establece en su ley reguladora y al conjunto del ordenamiento jurídico. En este marco de referencias cívicas, democráticas y jurídicas, confiamos para continuar desarrollando en plenitud nuestra labor informativa”, concluye el editorial.