El 20 de agosto de 2016 entró en vigor en Madrid la Ley de Protección Integral contra la LGTBifobia. Una normativa que tuvo buena acogida entre los sectores más conservadores de la sociedad madrileña. De hecho, conformaron la Plataforma por las Libertades, un movimiento que derivó en un manifiesto en favor de la libertad de los padres para llevar a terapia a los hijos gays. Rocío Monasterio, según publicó El Español, fue una de las firmantes, algo que en Ciudadanos no ha gustado nada.

Al conocerse la información, Marta Rivera, diputada de Ciudadanos por La Coruña, compartió la noticia a través de sus redes sociales y aprovechó para criticar a Rocío Monasterio. “Yo estoy a favor de la libertad de los hijos para llevar a terapia a padres con ideas absurdas”, declaraba en Twitter.

Pero no sólo la diputada de Ciudadanos ha condenado estas ideas “absurdas” de Rocío Monasterio, sino que también Andrea Levy y Borja Sémper se han sumado a las críticas. La número dos de la candidatura de Almeida al Ayuntamiento de Madrid ha reaccionado con otro tuit. “Risoterapia”, escribía Levy en su Twitter.

Su compañero en San Sebastián, Borja Sémper, crítico con la deriva que el PP tomó antes de las elecciones generales y con los pactos con Vox, también se ha burlado del manifiesto al que se adhirió Monasterio. El candidato al Ayuntamiento de San Sebastián ha pedido “respeto, comprensión, normalidad y amor”. Ha declarado que esta receta es una ‘terapia’ “mucho más sencilla y casera".

Críticas en negociaciones

Las reacciones de Sémper y Andrea Levy no gustarán en demasía en el seno del partido ultraderechista. De hecho, el PP no ha dejado de insistir en que Vox también es socio de futuros gobiernos y esto podría mermar su relación con los ultraderechistas en busca de pactos.

Por su parte, Ciudadanos dejó claro el pasado lunes que su socio prioritario era el Partido Popular y rechazaba de lleno un gobierno de “tres patas”. Con esto, la formación naranja cerraba la puerta a la inclusión de Vox en un gobierno y les emplaza a votar a favor de esta ‘coalición’. 

El manifiesto

El texto de la discordia data de diciembre de 2016, unos meses después de que entrara en vigor en Madrid la Ley de Protección Integral contra la LGTBifobia. El Español ha publicado el manifiesto íntegro, suscrito por personalidades del conservadurismo patrio como Ignacio Arsuaga, Lourdes Méndez, Mariano Calabuig, Jaime Mayor Oreja o la propia Rocío Monasterio.

En él se defiende “el derecho a la autonomía del paciente y a la libertad individual ante las leyes que prohíben someterse a una terapia de reorientación de la inclinación sexual cuando se trate de revertirla a la heterosexualidad, incluso si esa fuera la voluntad de la persona y solicitara tal terapia, además se sanciona el profesional que se preste a ayudarle en su legítima pretensión”.

Además de calificar esta ley como “totalitaria”, aseguran que “los padres pueden ser denunciados por violencia familiar” si acudieran con sus primogénitos a un psicólogo “para aplicar este tipo de terapia”. En resumidas cuentas, esta plataforma ultracatólica y conservadora exigía que no se prohibieran las terapias de conversión.