Como si de una patología se tratase, el número de dirigentes del Partido Popular que comete irregularidades en la redacción de sus expedientes académicos empieza a ser multitud. Extraños reconocimientos de créditos, opacidad en la gestión de los estudios, dudas sobre la obligatoriedad de asistir o no a clase, difusos temarios, imprecisos contenidos, nomenclaturas falsas, o cursos de corta duración que se hacen pasar por Estudios Superiores han sido sólo algunas de las artimañas de los políticos mencionados para engrosar sus expedientes. 

El primero de estos casos fue el de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. En concreto, la exdirigente autonómica obtuvo su Máster en Derecho Autonómico por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de forma irregular. En 2012, las asignaturas 'La financiación de las comunidades autónomas' y 'Trabajo Fin de Máster (TFM)' figuraban en el expediente de Cifuentes como "no presentadas", y dos años después, en 2014, fueron modificadas de manera irregular por una funcionaria, fuera de actas, a un notable. A raíz de estas informaciones, se abrió un largo proceso judicial en el que se acusaba a la expresidenta de delitos de cohecho y falsificación documental, y en el que el catedrático de Derecho Constitucional Enrique Álvarez Conde afirmó haber ordenado la reconstrucción de un acta de la defensa del Trabajo de Fin de Máster de Cifuentes, presuntamente a petición del rector de la universidad, Javier Ramos.

Cristina Cifuentes fue absuelta por falta de pruebas de que fuese ella quien ordenase falsificar su acta académica Quienes sí fueron condenadas fueron Cecilia Rosado, la profesora que confesó haber falsificado las firmas y elaborado el acta falsa, y María Teresa Feito, asesora de Cifuentes y encargada de contactar con Rosado para la creación del documento ficticio. Sin embargo, el juez describió en la sentencia las "graves irregularidades" que tuvieron lugar en el desarrollo del máster y en su entorno burocrático. 

El caso de Pablo Casado

 

Pablo Casado también estuvo en el punto de mira por razones similares a las de Cifuentes. En 2018, fue acusado de irregularidades en la obtención de sus títulos de licenciatura en Derecho y de Máster en Derecho Autonómico y Local, cursados respectivamente en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Rey Juan Carlos. El Tribunal Supremo apreció tratos de favor en la obtención de su máster, alegando que "el responsable del máster permitió que un grupo de alumnos se sacaran el título sin efectivamente cursarlo, sin mérito académico alguno". 

A su vez, otro escándalo protagonizado por este político se destapó cuando su presunto máster en Harvard no era otra cosa que un curso de cuatro días en Aravaca. "Yo por entonces ya tenía cuatro posgrados en mi materia: uno en Harvard y otro en Georgetown, ambos en Estados Unidos, y otros dos en España", aseguraba en el marco de la investigación por su máster regalado en la URJC. Cierto es que en su currículum figura un "DGP de la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard", pero si se analiza a fondo en qué consistía, se alcanza la verdad.

Este título de Harvard fue impartido en Madrid, en el barrio de Aravaca, en el campus del IESE, una prestigiosa escuela de negocios perteneciente a la Universidad de Navarra. En concreto, se trataba de un cursillo de solo cuatro días, entre el 16 y el 19 de junio de 2008. Los requisitos de matriculación eran únicamente el pago de la matrícula y el paso por un comité de admisiones, y tampoco había que presentar trabajos ni hacer exámenes: el único requisito para obtener el título era asistir a clase. De un Máster en Harvard a un cursillo de cuatro días de la Universidad de Navarra en Aravaca.

Ayuso: Máster fantasma y 'falsa' becaria

El caso más reciente y probablemente el más flagrante es el de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. El fondo de esta cuestión se remonta a enero de 2023, cuando la Universidad Complutense de Madrid (UCM) nombraba “Alumna ilustre” de la Facultad de Ciencias de la Información a la dirigente autonómica.

Una decisión tomada de manera unilateral por el Rector del centro, Joaquín Goyache, que despertó multitud de quejas. Tanto fue así que profesores y alumnos recogieron firmas en contra y protestaron tanto en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información como en los aledaños del metro de Ciudad Universitaria. Pero hubo una persona que intentó ir más allá: la periodista de Newtral Marta Gutiérrez.

La informadora intentó conocer los detalles de algunas de las titulaciones que aparecen en el currículum académico de la presidenta, concretamente el grado en Periodismo y el máster que cursó en el Instituto Séneca en 2003 y 2004. En otras palabras, pidió acceder a los nombres de las asignaturas y las calificaciones obtenidas en las mismas por parte de la líder regional. Pero, no pudo porque la Comunidad de Madrid bloqueó el acceso a dicho expediente a pesar de que, en su momento, el Consejo de Transparencia le había dado la razón al considerar que los datos solicitados obedecían a una información pública.

Por contra, desde Sol defendían que se trata de una cuestión privada y que en ningún caso afectaba a la preparación de la presidencia y los méritos que la catapultaron a lo más alto de la política autonómica y, de algún modo, nacional. De hecho, en declaraciones para este medio de comunicación, justificaban que no darían más información de la que ya tiene acceso todo el mundo "por dignidad" y porque no les parece de rigor que se "quiera investigar lo que los políticos hacían a los 20 años". Es "insultante", aseguraban; y el expediente de la presidenta, sencillamente “perfecto”.

Las mentiras del Máster y el Doctorado

Sin embargo, ElPlural.com tuvo acceso al expediente académico de Isabel Díaz Ayuso, con número 54174, el cual muestra que la líder regional se había matriculado por última vez en el Doctorado de Periodismo (Plan 0D81 "PERIODISMO - RD1393) en el año 2011 y a “tiempo completo”. La letra pequeña de esto es que la presidenta mintió, precisamente durante su nombramiento como “alumna ilustre”, cuando aseguró que no pudo acabar la tesis por su situación precaria. “Me independicé con sueldo de becaria, como siempre nos ocurre a los periodistas, y aunque pagué las tasas varias veces no pude hacer la tesis porque tenía que trabajar para pagarme una habitación. El precio de la independencia (...) Nunca pretendí que me regalaran título alguno”, fueron las declaraciones exactas que utilizó.

Nada más lejos de la realidad. La responsable del PP en la Comunidad no atravesaba tal situación en aquel momento, ya que había estado trabajando durante tres años (entre 2008 y 2011) en Madrid Network, un chiringuito que su antecesora Esperanza Aguirre había montado para colocar a sus pupilos y amigotes varios y del que Ayuso cobraba la friolera de 4.200 euros netos mensuales. Pero es que, además, en 2011 ya cobraba un sueldo como diputada en la Asamblea de Madrid.

A su vez, antes de 'doctorarse', tampoco queda sin controversia su paso por el Instituto Séneca, donde cursó un máster entre los años 2003 y 2004. Y decimos un máster porque es cierto que lo hizo, ahora bien, no queda muy claro de qué, al menos si se accede a la información que facilita la política en diferentes portales. De esta manera, la página web del PP es la única que coincide con lo que cuentan desde el centro educativo a este medio: que la presidenta realizó allí un máster en “Comunicación Corporativa”. La ‘confusión’ viene dada porque en la web de la Asamblea y en su LinkedIn aparece que el máster es de "Comunicación Política y Protocolo".

Este medio se dirigió al centro, donde le explicaron, como había podido comprobar previamente el periódico accediendo a una base de datos de aquellos años, que lo que existía era un "curso" de "Protocolo" y el ya citado máster en "Comunicación Corporativa", que sí posee. Desde la Comunidad de Madrid desmentían la información e incluso advirtieron, previa publicación, de que podrían iniciar acciones legales.