Tras diez días alejado del foco y recluido en su domicilio a causa del coronavirus, Pablo Casado ha retomado la actividad política y lo ha hecho desde el plató de Espejo Público. El líder conservador, además de escenificar el armisticio con Isabel Díaz Ayuso, ha valorado la polémica que envuelve al ministro de Consumo, Alberto Garzón, aunque en su respuesta ha esquivado la bala de las críticas que el PP de Castilla-La Mancha vertía sobre las macrogranjas en 2018.

La polémica sobre las macrogranjas perdura en el eje del debate público un día más. Alberto Garzón sigue recogiendo críticas por su entrevista en The Guardian, al que le atribuyen reproches a la calidad de los productos cárnicos exportados desde España. Pero, sobre todo, el ministro de Consumo centró sus reprobaciones hacia las grandes explotaciones de ganadería intensiva.

Pero Alberto Garzón no es el único que se lleva los golpes en este debate, aunque es el principal damnificado. En segundo, el Partido Popular también sale esquilmado de esta polémica, sobre todo por la hemeroteca. Y es que los conservadores, en su día, censuraron estos métodos de ganadería intensiva, incluso articularon campañas desde su sucursal en Castilla-La Mancha.

El daño de la hemeroteca

En el año 2018, el PP de la citada Comunidad Autónoma se sumó al rechazo a las macrogranjas en el territorio a través de su cuenta de Twitter oficial. El propio presidente del partido, Francisco Núñez, cuando era alcalde de Almansa, protagonizó un vídeo donde varios pueblos rechazaban las grandes explotaciones ganaderas.

Cuatro años después, y a raíz de esta polémica, estos tuits han desaparecido de la faz de la red social, aunque los usuarios capturaron dichas publicaciones para evitar que cayesen en el olvido.

A este borrado también se ha sumado el Partido Popular a nivel nacional, personificado en Pablo Casado. En su intervención en el programa de Susanna Griso, el líder de los conservadores fue preguntado por la postura del PP de Castilla-La Mancha en 2018. Sin embargo, ha regateado la cuestión y se ha centrado en asuntos normativos.

El silencio de Casado a las críticas pretéritas de los conservadores a las macrogranjas ha venido precedido por el epíteto “supuestas”. Y es que según el líder del PP, las granjas en España tienen “unos estándares de calidad y de respeto a los animales” que les permiten “exportar carne de gran calidad”.

Por lo tanto, Casado también ha borrado del argumentario conservador los reproches del pasado. Tanto es así, que califica de “irresponsables” las declaraciones de Alberto Garzón, a quien le recuerda que la regulación en España es “tremendamente exigente” y que, además, depende de él. No obstante, aduce que las macrogranjas “son más habituales en países del norte y del centro de Europa”.

La debilidad de Sánchez

Casado mantiene que el ministro de Consumo debe dimitir tras esta polémica, incluso enfatiza en la “debilidad” de Pedro Sánchez. “Es grave que no seas capaz de cesar a tus ministros. Si no estás de acuerdo con las palabras de un ministro lo cesas o cierras su ministerio, que no vale para nada”, ha apostillado el líder de la oposición, al tiempo que subraya que España “tiene la mejor carne del mundo”.

El presidente del PP denuncia los “ataques” del Gobierno al sector agrícola y ganadero. “El problema es el ataque al campo. Yolanda Díaz dijo que la agricultura es esclavista. Es un Gobierno que no está con el sector primario”, agrega Casado, quien insiste en que los ganaderos y agricultores necesitan “una bajada de impuestos” y, por supuesto, el “apoyo” del Ejecutivo de turno.