Carlos Flores, el diputado de Vox condenado por violencia machista, ha realizado este martes nuevas declaraciones polémicas sobre el aborto, equiparando la interrupción del embarazo con la guillotina “para acabar con la tos”. “Si el aborto interrumpe el embarazo justo igual que el pitido final de un partido interrumpe el juego, el aborto resulta un medio para garantizar la salud reproductiva del mismo modo que la guillotina lo es para acabar con la tos”, ha subrayado el dirigente ultraderechista durante una sesión de la Comisión Mixta para la Unión Europea, celebrada en el Congreso de los Diputados.

Sin embargo, las perlas de Flores no han acabado ahí, puesto que el dirigente de Vox no ha desaprovechado la oportunidad para cargar duramente contra el PSOE, después de que los socialistas hayan presentado una Proposición no de Ley sobre la defensa del derecho de las mujeres a decidir sobre su salud sexual y reproductiva en la UE. En este sentido, Flores ha acusado al PSOE de verter “falacias” y de utilizar “eufemismos” para no hablar del aborto.

“Es extraño que quienes sentimos una profunda repulsión hacia el aborto seamos capaces de contener las arcadas que nos producen esta práctica y pronunciar esa palabra cada vez que es menester, y quienes son partidarios del mismo usan eufemismos cada vez más elaborados como interrupción voluntaria del embarazo, o, últimamente, salud sexual y reproductiva”, ha comenzado señalando Flores. “Eufemismos cada vez más elaborados, pero siempre igual de falaces. Porque si el aborto interrumpe el embarazo justo igual que el pitido final de un partido interrumpe el juego, el aborto resulta un medio para garantizar la salud reproductiva del mismo modo que la guillotina lo es para acabar con la tos”, ha añadido.

Asimismo, respecto a las estrictas leyes antiabortistas de Polonia y la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que revocó los derechos al aborto, Flores ha negado que sean un retroceso y que sean una amenaza para el Estado de Derecho: “Nada de eso puede suponer un peligro para el Estado de derecho”.

El PSOE responde: "Estos son los socios del PP de Feijóo"

Unas lamentables palabras de Flores que rápidamente han tenido réplica por parte de los socialistas. La primera en salir para contestar al diputado ultra ha sido Pilar Alegría, ministra de Educación, que ha destacado que este discurso denota “muy claramente el desprecio que tiene Vox hacia las mujeres y sus derechos”. “Y lo que me parece más preocupante es que son los socios del PP, son los que gobiernan con el PP en cinco Comunidades Autónomas y más de 130 ayuntamientos. La pregunta que tendría que hacerse el PP es cómo gente que piensa así siga siendo sus socios prioritarios”, ha añadido.

Por su parte, Ana Redondo, ministra de Igualdad, también ha censurado las palabras de Flores. “Para Vox la salud sexual y reproductiva es un eufemismo. Y el aborto lo mismo que el pitido final de un partido. O que la guillotina. No lo digo yo, lo dice su portavoz en el Congreso. Estos son los socios del PP de Feijóo, no permitas que también lo sean en Europa”, ha escrito en su cuenta de X.

Carlos Flores, condenado por violencia de género

La figura del que fue cabeza de lista de Vox por Valencia ya es conocida en el ámbito nacional. Flores Juberías es catedrático de Derecho Constitucional por la Universitat de València; además ejerció como vocal del Consell València de Transparencia a propuesta del PP.

Sin embargo, su auge en la política estuvo marcado por su condena en 2002 por un “delito de violencia psíquica habitual” con “coacciones, injurias y vejaciones” contra su exmujer y madre de sus hijos por la Audiencia Nacional al probar que el ahora diputado de Vox le propinó a su expareja expresiones como “puta, ladrona, secuestradora de niños” y amenazas tales como “te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo”.

Flores Juberías fue condenado a un año de cárcel, se le inhabilitó durante aquel periodo para ser elegido por sufragio pasivo y se dictó una orden de alejamiento de la víctima durante tres años, además de que debía indemnizarle por responsabilidad civil la cantidad de 6.000 euros.

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