La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su predecesora en el cargo Esperanza Aguirre, presionan al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que acuda a la manifestación convocada por Societat Civil Catalana el próximo 8 de octubre contra la amnistía, un acto más en consonancia a lo que parecía referirse el expresidente José María Aznar cuando hablaba de “contienda” o” rebelión” nacional contra las exigencias de Junts.

El gallego no ha confirmado su asistencia a Barcelona y poco después de que ésta se convocara llamaba a un “gran acto” que finalmente desde el PP definen como un “mitin de partido” en el que el gallego mostrará a los españoles su repudia a las exigencias de Puigdemont y explicará qué hará si llega al Gobierno de España. Esto último sobre el papel parece “complicado”, al menos de cara a la semana que viene en la investidura -así lo reconocen en Génova-, por lo que los conservadores no agotan la bala de la repetición electoral. De hecho, Ayuso ha pedido en varias ocasiones durante los últimos días al presidente del Gobierno en funciones que convoque elecciones.

Ayuso y Aguirre estarán en ambas convocatorias

Precisamente la líder regional fue una de las primeras que confirmó su asistencia a la marcha de la Ciudad Condal, algo que ha reafirmado en las últimas horas, cuando ha calificado su presencia como “necesaria”. “Me gustaría que se sumara todo aquel que quisiera. Libremente. Para eso están las manifestaciones”, ha respaldado.

En la misma línea, la que fuera responsable de Sol ha pedido a Feijóo -en su caso de manera más tajante- que vaya a Cataluña, sentenciando directamente que “debería ir si su agenda se lo permite”. Asimismo, mientras ella afirma que estará, vierte las culpas sonre “los sorayos”, un término que emplea el ala dura del partido para aludir al moderado acordándose de la que fuera número dos de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría.

Ambas acudirán al acto del domingo

Pese a haber sido dos de las principales voces discordantes en el modo de hacer del gallego, tanto Ayuso como Aguirre han avanzado que también asistirán a la movilización organizada por el PP contra la amnistía a 48 horas de la investidura, un acto que la presidenta de la Comunidad ha calificado de “fundamental” y al que animó “a todos a acudir” durante un encuentro informativo organizado por El Mundo el pasado lunes.

En este sentido, subrayó que “cuando ha habido manifestaciones y muy importantes contra el Gobierno” las ha “apoyado”, pero “ha preferido no ir”. Sin embargo, en este caso se trata de “alzar la voz por todos”, algo que considera “fundamental”.

En términos similares se pronunciaba Aguirre, quien ya la semana pasada defendía que Feijóo “es la persona que ha venido en el momento en el que más lo necesitan” y señalaba que irá al mitin del domingo, y también a la concentración del 8 de octubre. Cabe destacar que si bien la expresidenta apoyó la decisión del gallego, ha sido una de las críticas históricas con él a la hora de defender una postura más escorada a la derecha que la moderada que el líder del PP intenta marcar, a menos en el discurso.

El mitin evidencia las diferencias en el PP

En el PP esperan que el “mitin” -ya calificado con este nombre- que tendrá lugar en la Avenida de Felipe II sea un “éxito”, así lo reflejaba el pasado lunes el portavoz del PP, Borja Sémper, que en la misma declaración se mostraba cauto. “Nuestras sedes están recibiendo muchas llamadas para recibir información”, apuntaba a la vez que evitaba dar la cifra que estaba sobre la mesa por si la predicción, dicho por él, finalmente fallaba.

En Génova cierran filas en torno a Feijóo y, una vez decidida la gobernabilidad del país, ya se verá lo que va pasando y la estrategia que asumen para, salvo sorpresa, ejercer de oposición. Está claro que no todo el mundo dentro de la formación está de acuerdo con la estrategia del expresidente de la Xunta, pero también que cualquiera parece tener claro que no es el momento de mostrar una imagen de debilidad ni de debate interno.

A partir de aquí, hay quienes en el PP apuntan a que el llamamiento de Aznar -quien también participará de Mariano Rajoy en el acto- pasaba por sumarse a otro tipo de protestas como la de Barcelona y que el anuncio de Gamarra en Espejo Público llegó de forma adelantada y supuso una sorpresa para algunos miembros de la dirección. Si bien la idea el acto, defiende el PP, se había trasladado a los barones incluso antes de las declaraciones de Aznar, éste estaba por cerrar y tendría como objetivo apretar las filas del partido.

Dudas sobre el acto

El acto suscita varias dudas tanto dentro como fuera del partido, tal y como refleja El Confidencial y lleva quedando palpable toda la semana en el PP. Por un lado, está la cuestión de si no hubiera sido mejor movilizarse después de la investidura -ya sea llamando a la cita entonces o apoyando otras como el de Sociedad Civil Catalana- y no a un par de días de que Feijóo se presente a examen.

Otro de los recelos pasa porque el PP de sensación de que se escora a la derecha y pierde el centro moderado, algo que choca con la imagen que también dentro de la formación hay sobre un acto más blando que duro y que algunos por otro lado aplauden que sea así y sin invitación expresa a Vox para distanciarse de la ultraderecha. Además, existen críticas hacia la invitación expresa de Sémper a los socialistas preocupados por las condiciones de Junts y quienes tiran de hemeroteca recordando la foto de Colón, que supuso en última instancia un fiasco en las urnas después de que el PP sacara solo 66 diputados.