Este fin de semana se está celebrando en Valencia el 40º Congreso Federal del PSOE. Un cónclave al que el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, llega con dos objetivos principales: sellar la reconciliación interna que lleva fraguándose los últimos cuatro años, y preparar al partido para afrontar el ciclo electoral que se avecina con las "pilas" cargadas, la dirección renovada, y su proyecto político actualizado.

Con motivo de esta cita, la directora de ElPlural.com, Angélica Rubio, ha realizado un análisis sobre el Congreso y la situación de liderazgo de Sánchez dentro de la Ejecutiva socialista:

"Un Congreso que supone la aclamación de Pedro Sánchez como líder indiscutido e indiscutible del Partido Socialista Obrero Español. No es habitual que los Congresos se hagan fuera del PSOE, pero se ha elegido la Comunidad Valenciana por dos razones; primero, porque la decisión de celebrar aquí el Congreso se adoptó cuando José Luis Ábalos era todavía secretario de organización con su tierra, y por otra parte porque la Comunidad Valenciana es ahora mismo la comunidad autónoma más importante en la que gobierna el PSOE.

Pero este Congreso supone un punto de inflexión en la historia interna del PSOE. Ciprià Císcar, uno de los intelectuales del partido, además de senador, diputado y un histórico, me hacía ayer la siguiente reflexión: ya en los congresos del PSOE no hay noches de cuchillos largos, no hay enfrentamientos, no hay intrigas, no hay luchas por ver quién entra y quién sale de la Ejecutiva. Y todo por una razón: porque el secretario general ya no tiene que negociar ni con las agrupaciones, ni con las delegaciones, ni con los barones. ¿Por qué no tiene que negociar? Por una sencilla razón: porque al secretario general ahora le ponen directamente los militantes. En el momento en el que los militantes eligen directamente al líder, el líder solo se debe a ellos. Por lo tanto, ahora las primarias dan un poder absoluto al líder del PSOE".