A poco más de tres meses para las elecciones municipales del 28 de mayo, al Alcaldía de Madrid pende de un puñado de votos. Este es el principal resultado de la encuesta que Data10 ha realizado para OKDiario, en el que se recoge que el actual regidor de la capital, José Luis Martínez-Almeida, vencería los comicios mejorando ostensiblemente sus resultados, pero dependería de Vox, sumando ambas formaciones 30 escaños, tan solo uno más que la mayoría absoluta.

En concreto, el Partido Popular se impondría en Madrid al cosechar 24 escaños y un 37,9% de intención de voto. De esta manera, según la encuesta, realizada a 1.000 personas entre los días 9 y 17 de febrero, Almeida lograría su primer triunfo electoral -en 2019 la más votada fue Manuela Carmena-, mejorando en nueve concejales los resultados obtenidos en la cita de 2019, pero quedándose lejos de la mayoría absoluta (29 escaños). Sin embargo, a diferencia de la actual legislatura, el nuevo compañero de viaje de Almeida sería Vox (con todo lo que ello conlleva, véase el ejemplo de Castilla y León) en detrimento de Ciudadanos, que sigue sin levantar cabeza y sumaría un nuevo batacazo al perder sus 11 escaños, quedándose fuera del Pleno Municipal.

Un hundimiento de los naranjas que lo aprovecharía fundamentalmente el PP -anotarían 235.691 votos más que hace cuatro años- y en menor medida Vox, que sumaría dos concejales a los cuatro actuales (9,4% de intención de voto).

Sube el PSOE, baja Más Madrid y Podemos sigue en el ostracismo

En cuanto a las formaciones progresistas, Más Madrid se alzaría con el papel de líder de la oposición (al igual que ocurre actualmente en la Comunidad de Madrid). No obstante, la formación que lidera Rita Maestre sufriría un pequeño retroceso, bajando de 19 escaños a 15 (23,1% de intención de voto). Un bajón de Más Madrid que aprovecharía el PSOE para coger un poco de aire tras la debacle de 2019, entonces liderados por Pepu Hernández. Para ser más precisos, los socialistas, ahora bajo el liderazgo de la ministra Reyes Maroto, cosecharían 12 concejales -cuatro más que los actuales- al sumar casi cinco puntos en intención de voto (18,6%).

Por último, en lo que respecta a Unidas Podemos, la candidatura que lidera Roberto Sotomayor volvería a quedarse fuera del consistorio madrileño. En concreto, los morados obtendrían únicamente un 4,1% de los votos, quedando incluso por detrás de Ciudadanos.

Vox y Almeida, condenados a entenderse si quieren gobernar

De esta manera, pese a que aparentemente Almeida se encontraría en una situación muy propicia para volver a gobernar, lo cierto es que el dirigente popular no lo va a tener tan fácil. Además de lo expuesto anteriormente, de que la suma de PP y Vox solamente superaría en un escaño la mayoría absoluta, las negociaciones con la formación ultraderechista no parecen que vaya a ser precisamente coser y cantar. En este sentido, cabe recordar que el candidato de Vox en Madrid, Javier Ortega Smith, ya ha advertido que, si Almeida necesita de sus votos para ser investido alcalde, los ultras exigirán entrar en el Gobierno madrileño.

De hecho, recientemente Ortega Smith concedía una entrevista a Telemadrid en el que cargaba duramente contra Almeida por romper la “magnífica” relación que existía entre PP y Vox al enviar a los ultras “al rincón” por “la parte más radical de la izquierda de Manuela Carmena”, en alusión al Grupo Mixto. “He sentido en el alma [la ruptura de la buena relación que tenía con el alcalde]. Yo tenía una magnífica relación con Almeida y con el PP desde el punto de vista de la cordialidad institucional. Hemos sido la fuerza que evitó que entrara la izquierda nuevamente en Madrid y facilitamos la investidura, pero, cuando uno se encuentra entre la comodidad y la obligación, hay que optar por la obligación”, denunciaba.

Una relación entre Vox y PP que se torcía después de que la formación ultraderechista decidiera no apoyar los presupuestos de Almeida, obligándole a volver a prorrogándolos. Un no de Vox que servía de pretexto para que el regidor popular le declarara la guerra a sus aliados ultras. “Vox se ha instalado en el bloqueo y en la política de tierra quemada y complica sobremanera la gestión”, criticaba Almeida, que acusaba a Ortega Smith de haber demostrado “una gran falta de respeto institucional” al no contestar siquiera a los mensajes y llamadas que tanto él, como la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo, le habrían mandado al líder de Vox para que se sentara a negociar.