Mariano Rajoy no ha podido evitar, finalmente, ser fotografiado junto a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, durante la inauguración de la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Alicante. Aunque los organizadores colocaron a la imputada en el caso Brugal a unos metros de la comitiva oficial, en la que estaban el presidente del Gobierno y el Príncipe Felipe, en un momento del acto Rajoy ha quedado cara a cara con Castedo, a la que ha saludado fríamente, pero la primera edil ha conseguido ser captada junto al líder popular y el presidente valenciano, Alberto Fabra. El acontecimiento ha quedado empañado, además, por las protestas de ciudadanos que han acompañado los actos en ambas ciudades.
La alcaldesa, el vicealcalde y el anterior primer edil, imputados
La alcaldesa de Alicante está siendo investigada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia por haber amañado, presuntamente, el nuevo Plan General de la ciudad a favor del promotor Enrique Ortiz. El número dos de Castedo, Andrés Llorens, espera la apertura de juicio oral por una supuesta prevaricación en la adjudicación de las obras de una plaza. La Comunidad Valenciana es todo un reto para los organizadores de cualquier acto del PP en el que se espera la llegada de Rajoy, dado el alto número de imputados en casos de corrupción. En otro momento del acto, el presidente del Gobierno se ha encontrado con el antecesor de Castedo en el Ayuntamiento de Madrid, Luis Díaz Alperi, también imputado en el caso Brugal.
A unos metros de la comitiva oficial
Sonia Castedo no formó parte de los discursos institucionales y se le ha mantenido a unos metros de la comitiva en la que han estado Rajoy, el Príncipe, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, la ministra de Fomento, Ana Pastor y la número dos del partido y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.
La butaca vacía en otro acto del PP valenciano
No es la primera vez que se intenta dejar a Castedo fuera de la foto. En un acto homenaje a Alberto Fabra, celebrado en mayo pasado, en el auditorio Mar Rojo de L'Oceanogràfic de Valencia, pudo verse una butaca vacía entre ella y el resto de altos cargos del PP. Era el asiento destinado a Rita Barberá, que se las ingenió para no sentarse junto a la alcaldesa de Alicante.
Las protestas empañan el acto
El acto de inauguración de la nueva línea de Alta Velocidad ha quedado empeñado, además, por las protestas de trabajadores de Renfe, que se han concentrado en las estaciones del AVE de Madrid y Alicante, en contra de los recortes presupuestarios, alrededor de un 40%, que provocará una reducción de la plantilla.
Gritos y petardos en Alicante
En Alicante, aparte de los trabajadores de Renfe, varios colectivos protestaban por otras causas, contra la estafa de las preferentes, la corrupción política y los desahucios. Sus pitidos y gritos se han escuchado con fuerza mientras Rajoy y el Príncipe decían sus discursos. Incluso han explotado varios petardos.
La ausencia de Ana Botella
En la estación de Atocha, en Madrid, donde se ha iniciado el recorrido, Rajoy y el Príncipe han estado acompañados por el presidente madrileño, Ignacio González, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, no así por la alcaldesa, Ana Botella, cuya presencia estaba prevista.
