A Alberto Ruiz-Gallardón no le ha gustado la protesta protagonizada este domingo por las activistas de Femen, que abordaron, con el torso desnudo, al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. El ministro cree que la acción fue "lamentable", que todas las ideas respecto a la reforma del aborto merecen ser escuchadas, pero siempre que se hagan desde el respeto y "nunca con un ejercicio de violencia".

Lamentable
Tras inaugurar la Jornada sobre Seguridad Jurídica en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, el ministro ha sido preguntado sobre el escrache al cardenal Rouco Varela cuando se disponía a entrar en una parroquia de la capital. En ese momento, varias activistas aprovecharon para lanzarle bragas manchadas de rojo al grito de "Aborto es sagrado".

"Tengo que decir que me parece lamentable", ha dicho Gallardón, y ha añadido que le "parece de una enorme tristeza que se utilicen mecanismos que son violentos" porque, a su juicio, "hay una violencia dialéctica en esa forma de actuación".

Gallardón pide respeto a las ideas de los demás, pero él se niega a escuchar
Gallardón ha señalado que en un debate, como el abierto en torno a la reforma de la Ley del Aborto, todas las propuestas "deben ser atendidas y estudiadas, pero todas tienen que ser siempre con respecto a las ideas de los demás y nunca con un ejercicio de violencia". El ofrecimiento de diálogo del ministro choca con afirmaciones anteriores, como la de este fin de semana durante la convención del PP en Valladolid, cuando al referirse a la multitudinaria manifestación en Madrid contra su reforma advirtió de que seguirá adelante con su plan, a pesar de las protestas.