La desidia de los ciudadanos con la política no deja de aumentar. La repetición de elecciones, la poca confianza en los líderes políticos y el hartazgo generalizado al que se ha llegado tras las idas y venidas de los principales actores del arco parlamentario han hecho que los españoles sitúen a los políticos como el segundo gran problema que existe actualmente en España.

Un 26,2% de los encuestados en el barómetro de diciembre realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha optado por esta opción, quedando únicamente por detrás del Paro (35,5%). Esta cifra no ha dejado de aumentar en el último año, siendo proporcional su subida a la eternización del proceso para formar Gobierno.

En mayo, justo después de las elecciones al Parlamento del 28 de abril y antes de las europeas, autonómicas y locales del 26 de mayo, era un 11,5% de los encuestados los que veían en los políticos el gran problema al que se enfrentaba nuestra nación. Ahora, cerca de un 15% más señalan a sus representantes públicos.

Y es precisamente en esta desconfianza en lo que radica el poco interés que los encuestados en este barómetro muestran por la política. Tal y como recoge el CIS, un 60,1% de los entrevistados dice abiertamente que le interesa poco o nada, mientras que solo un 30% se muestra fiel seguidor de lo que sucede día a día en este terreno.

Este porcentaje aumenta todavía más si se pregunta cuál ha sido el grado de intensidad de seguimiento de la campaña electoral de los comicios del 10 de noviembre. La repetición de elecciones sorprendió a muchos, ya que los números avalaban la unión y únicamente la falta de cultura del diálogo imposibilitó que la legislatura echase a andar.

Por ello, y pese a que España se jugaba de nuevo su futuro inmediato, cerca de un 65% de las personas preguntadas en esta encuesta reconocen que la campaña les suscitó poco o ningún interés.