Uno de los acompañantes de José Luis Martínez Almeida e Isabel Gómez Ayuso protagonizó el gesto más vergonzoso de la noche electoral en el momento en que Manuela Carmena compareció para asumir que había perdido la alcaldía. A este asesor genovés no se le ocurrió otra cosa que recibirla con un corte de mangas.