Ayer, el presidente Artur Mas hizo un acto de pragmatismo y dijo que si el PP se avenía a negociar, CiU no haría ascos a un pacto del PP. Ponía así, el president punto y final a los cantos de sirena del secretario general de CiU. “A la fuerza ahorcan” debe pensar el máximo responsable de la Generalitat que ha primado las cuentas para el próximo año sobre las veleidades de un camino soberanista que más se parece a un laberinto, atendiendo la situación política de Cataluña, España y Europa. Por eso, el presidente catalán ha guardado en un cajón sus panegíricos soberanistas que hace apenas unos días publicaban diarios como el Financial Times o el Frankfurter Allgemeine.
Oriol Pujol enfrascado en el congreso de la federación nacionalista no se había enterado del cambio de posición del líder y se hacía eco del malestar de una buena parte de los militantes nacionalistas que repudian los pactos con los populares. Todavía queda cerca el precio que tuvo que pagar CiU por su pacto con el PP cuando Pujol afianzó su gobierno con los populares para poder lanzar a la palestra a su sucesor Artur Mas. Eso les costó estar fuera del gobierno durante 7 años.
Oriol Pujol entusiasmado con los preparativos del congreso de CiU teorizaba sobre la transición nacional, ese camino que se ha iniciado en Catalunya y que abocará al país a la independencia, según las tesis nacionalistas. Por eso, Pujol hijo daba en estos días un paso más allá y no descartaba un pacto con Esquerra Republicana de Catalunya. Ahora, Artur Mas lo ha puesto en su sitio y esta noche nacionalistas y populares han cerrado un pacto presupuestario.
Éste ha sido precisamente el éxito de la líder de los populares. Sánchez Camacho hace de gobierno y de oposición, ante la falta de acción de socialistas y de ERC . En este escenario, doblega al gobierno a su antojo y asume un protagonismo que el PP nunca ha tenido en la política catalana. Su última victoria esta noche. Apoyo a los presupuestos a cambio de que el president Mas reconozca el papel del PP haciendo oídos sordos a aquellos desde su casa gritan a favor de la independencia. De momento, Mas apuesta por el pragmatismo y por poner alfombra roja a Alicia Sánchez Camacho.
*Toni Bolaño es periodista y analista político