Pero la cosa iba más lejos. Cuando Terrassa preguntó quiénes eran esos nuevos directivos, le respondieron que ya lo sabría cuando le dieran la lista. Fue la gota que colmó el vaso y le llevó a dimitir. Aunque el sapo que le querían hacer tragar traía más patas, según le han explicado a ELPLURAL.COM: “tenía que aceptar además una reducción del 50% en su presupuesto y ‘revisar’ el proyecto que tenía de televisión”. En realidad, lo que pretendían era que Terrassa diera una pátina de legalidad al equipo y la gestión que quieren controlar desde la presidencia de la Comunidad.

Para sustituir al elegido por el Parlament, el elegido por el dedo del President
Como ha venido contando ELPLURAL.COM desde el pasado fin de semana, la forzada ‘dimisión’ del director general, se cubrió, aunque se ha dicho que ‘de manera provisional’ por un nombramiento a dedo de José Ramón Bauzá, nuevo presidente del Govern balear y que deja pocas dudas sobre la pluralidad con la que llega el nombramiento: el nuevo director general es Antonio Gómez,  nada menos que el Conseller de Presidencia del propio Bauzá.

Como ya ha explicado este periódico, el nombramiento de Gómez sólo ha sido posible por un decreto ley, un dedazo, impuesto contra la voluntad no sólo de los otros partidos políticos de las islas, sino también del sector audiovisual balear, incluido el Sindicato de Periodistas. Pere Terrassa, como exige la ley audiovisual balear, fue elegido con el respaldo de más de los dos tercios del Parlament balear.

Una televisión en la que sólo los directivos eran de la empresa
IB3 ya de por sí era una televisión peculiar. Tan una treintena de personas, los directivos, eran trabjadores de la propia empresa. Los demás, tanto en informativos como en programas, eran contratados a través de otras empresas. En el caso de informativos, de la productora con sede en Granada CDM.

El Sindicat de Periodistes de las islas denuncia que ahora lo que pretende el gobierno autonómico es dejar que la actual dirección de IB3 cese de acuerdo con la ley, según la cual los cargos directivos, si no son ratificados, cesan a los 45 días de hacerlo quien les nombró. De esta forma podrían cambiar a toda la dirección, imponer la suya y evitarse el escándalo. “Los profesionales de IB3 q tienen cargo de confianza no pueden quedar ahora a las órdenes del Conseller de Presidencia, es una vergüenza –han dicho fuentes profesionales a ELPLURAL.COM-.Deberían dimitir en bloque para no dejar que su sustitución parezca un mero hecho administrativo”. Pero esas mismas fuentes nos han dicho que el problema reside en que si dimiten no pasarían a poder acogerse al desempleo, mientras si son cesados a mediados de septiembre, sí. “El PP balear les está haciendo ese chantaje”, nos han dicho.

Todo esto pasa a cuatro meses de las elecciones, luego se negociará
En fuentes periodísticas de Palma también se ha señalado a ELPLURAL.COM que esta decisión de poner al Conseller de Presidencia al frente de IB3 llega a cuatro meses de que se celebren las elecciones generales. “Lo que sucede –nos han dicho en el Sindicat de Periodistes- es que en el PP van crecidos; han ganado con mayoría absoluta y eso les da la sensación de que pueden hacer lo que quieran”.

En el Sindicat, que forma parte de una mesa balear de lo audiovisual, en la que están productoras, actores, asociaciones de espectadores y otros, lo que quieren es “que se cree un modelo audiovisual que asegure independencia, que se profesionalice y no politizar el medio, porque esto es un paso atrás brutal”.  Esta mesa lleva semanas pidiendo a Bauzá que los reciba para tratar de la situación en la que se encuentra el sector –la televisión autonómica debe a las productoras más de 20 millones de euros-, “pero no es que no nos haya recibido, es que ni siquiera nos ha contestado a la solicitud”.