“Tenemos un chocho tremendo… Esa es la verdad. Quien te diga que lo que tenemos delante es simple y que se puede arreglar con un par de decisiones miente”. Quien hace nada ocupaba un cargo importante en la dirección socialista buscaba desesperadamente con estas palabras tan crudas resumir la situación que se vive en el PSOE, donde todos y todo está en ebullición.

Un triunvirato al frente de la gestora...

Es el paisaje impredecible y en continuo movimiento propio de una batalla mientras tiene lugar. Aun así, se puede poner el foco en varias escenas que parecen, al menos en este momento, donde más se juegan las fuerzas enfrentadas.   

Para empezar, ver cómo están esas fuerzas. En la gestora, ahora mismo la detentadora del poder legal, hay un triunvirato que es quien controla cualquier movimiento y decisión. Por supuesto, al frente Javier Fernández, presidente de Asturias. El hombre que mantiene, con su prestigio, a todos unidos a todos los que han provocado la caída de Pedro Sánchez.

Junto a él, dos personas muy significadas. Mario Jiménez, el hombre del PSOE andaluz que, como portavoz de la gestora, se encarga de canalizar lo que se dice y cómo se dice; de crear un discurso que debe explicar lo que pretende ahora el partido. Y la tercera es la persona de total confianza de Guillermo Fernández-Vara, la secretaria de organización extremeña, Ascensión Godoy. Una figura emergente.

... pero los barones siguen al fondo, y Sánchez también

“Pero -nos señalan- los que conducen la gestora no se mueven como electrones libres. Aquí hay unos interlocutores con los que se habla cada día: Ximo Puig, García-Page, Lambán… Estos están ahí, siempre presentes”. Ningún paso, se da, nos aseguran, sin su conocimiento, aunque no tengan representación directa en la gestora.

¿Y en frente? Enfrente, “Pedro Sánchez sigue hablando cada día con su gente -nos dice alguien afín a él-; no se ha desmovilizado, no ha tirado la toalla, y recuerda que va a volver a presentarse en cuanto se convoquen primarias”. Es más, y esto es un temor real que nos han apuntado varias fuentes, muy bien podría acabar por formar su ‘familia’ dentro del Grupo Parlamentario.

El calendario provisional para unas decisiones provisionales

Porque, y aquí vamos ya a los diferentes focos abiertos en la batalla, nada hay decidido. Al fondo, donde tendrá que decidirse la posición definitiva socialista sobre la posible abstención en la posible investidrua de Rajoy, está un Comité Federal que tendría lugar, todo lo apunta, el 22 de este mes. Pero antes tendrá lugar un paso previo y fundamental: una reunión del Consejo Territorial. O lo que es lo mismo, un cónclave de barones. No hay fecha fija para este encuentro, pero una persona muy cercana a Javier Fernández apuntaba a ELPLURAL.COM la muy posible del próximo sábado 15 de octubre.

Una reunión donde, en principio, nos apuntan, a la gestora y sus aliados sólo les preocupa la oposición de una territorial, la catalana. “Es verdad que en Murcia el secretario general (Rafael González, padre de la diputada y exmiembro de la Ejecutiva de Sánchez María González) es muy activo; o que en La Rioja o en Baleares hay resistencia; y Madrid es una casa de locos en sí mismo, con los restos de Tomás por un lado, los de la actual secretaria de organización y Rafael Simancas intentando cada uno encontrar su hueco.., pero de las Federaciones de peso sólo preocupa realmente Cataluña”.

El divorcio catalán, otra vez

Absorbido por su propio Congreso interno, en el que se enfrentan dos candidatos a la dirección (por un lado el actual líder, Miquel Iceta, por otro la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlon) y bajo la influencia del efecto independentista, el PSC vuelve a ser un gigantesco quebradero de cabeza para el PSOE. Tanto que, diversas fuentes con las que hemos hablado, no tienen reparo en reconocer que los dos partidos están en un proceso de alejamiento que podría acabar con el divorcio con el PSC y el renacimiento de un PSOE catalán integrado en la disciplina de Ferraz. Y es que si Iceta produce temor entre la dirección socialista, el de Parlón produce terror.

Los hechos de las últimas semanas y la caída de Sánchez, lo reconocen, ha abierto una herida entre los socialistas catalanes y el resto “que es muy profunda y que ha creado grandes disensiones y desconfianzas en los dos lados”. El alineamiento de la dirección del PSC con Pedro Sánchez era casi completa. Le veían como el socio necesario frente al españolismo del resto del partido.

Enfrente, muchos diputados socialistas nos hablan de “enorme malestar y sensación de traición por el hecho de que la dirección del PSC estuviera hablando con Puigdemont, con Doménech.., buscando el apoyo para un gobierno de coalición de acuerdo con Ferraz, sí, pero a las espaldas de todos los demás”. La desconfianza hacia sus compañeros catalanes es enorme: “esa propuesta hubiera hecho volar el partido, porque yo y muchos -dice a este periódico una significada diputada socialista- hubiéramos votado contra Sánchez en el Congreso si se nos hubiera presentado con un gobierno sostenido en esos apoyos”.

¿Diputados socialistas contra diputados socialistas?

Dentro de este panorama ¿podría producirse una quiebra del grupo socialista en el Congreso si, al contrario, se plantea definitivamente la abstención del PSOE ante un gobierno del PP? Depende de cómo se concrete nos dicen. La gestora, reconocen partidarios y opositores, va configurando un discurso cada vez más sólido. “Es poco creíble -nos dice un diputado antiSanchez- que algún diputado vaya a votar en contra como francotirador.., aunque algunos como Susana Sumelzo hayan dicho después de salir de una agrupación y en caliente que lo harían, pero otra cosa es que algún bloque se plante”.

¿Qué quiere decir este diputado y los que se agrupan fieles en torno a la actual gestora? Que se duda de que un solo diputado tenga el coraje de significarse solo y votar contra las directrices de la dirección. Pero que muy bien podría suceder si lo hacen arropados en corrientes. Y así, en este momento, no se descarta que el PSC como tal vote en grupo contra Rajoy y se resista a abstenerse. Lo que aceleraría el proceso de divorcio que apuntábamos. O que Pedro Sánchez logre, como estaría intentando, mantener un ‘grupo propio’ entre los diputados, a modo de familia.

¿Candidato para unas terceras elecciones? Aun, no

La viabilidad de que sucediera esto no se descarta. De hecho, se apunta como una de las grandes razones para la continuidad de Antonio Hernando como portavoz del Grupo Parlamentario. “Es una prueba que quiere dar la gestora -nos dice alguien cercano a ella- de que no pretende hacer tabla rasa, de que no hay deseo ninguno de ruptura ni de venganzas personales, sino de continuismo. En ese sentido Hernando tiene un papel que jugar como puente.., un papel que juega desde hace tiempo, desde bastante antes del traumático Comité Federal del pasado sábado”.

La batalla, ya se ve, aparece aún incierta. En este sentido, dicen todos, hablar de un candidato para las terceras elecciones es una locura, aunque puede que tengan que correr a buscar debajo de las piedras (“eso sí, que nadie mire a los actuales dirigentes que ocupan puestos de presidente de sus comunidades”, nos advierten) y soluciones ‘creativas’, como el papel de Gabilondo, que hay quien considera una marcianada, pero que otros ven mejor apuesta que un Sánchez con quien ya no sólo habían dejado de sentirse identificados, sino que sentían que les había traicionado.