De Juan Pablo González, el nuevo juez que tendrá que sentenciar cuatro causas de Gürtel vitales para el Partido Popular, sabemos que participó en varios cursos de FAES, la fundación del PP, coincidiendo con un procesado en la trama. También que fue elegido por el PP como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con el voto a favor de senadores salpicados por la trama. Y que desde esa ilustre tribuna rubricó actuaciones, como el apoyo a los jueces que alegaban objeción de conciencia religiosa para no celebrar matrimonios entre homosexuales.

De todo eso, se puede deducir una afinidad ideológica con el Partido Popular. Pero la sospecha se convierte en confirmación cuando se bucea en su pensamiento político, que él mismo se encargó de dejar para la posteridad en varios artículos de opinión. La inmensa mayoría de esos artículos se escribieron entre 2001 y 2008, cuando era vocal del CGPJ, y como tal los firmaba. Obviando, eso sí, que había sido elegido por el PP para dicho puesto.

Si se hubiera especificado, el contexto habría ayudado a entender los tres pilares que vertebran sus artículos de opinión: crítica al nacionalismo, sobre todo al vasco; acusaciones al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de poner al Estado “de rodillas” ante ETA y afirmaciones sobre “los espacios de sombra” en torno a los atentados del 11-M. Artículos que se publicaron siempre en tres periódicos: ABC, El Correo y La Razón.

La verdad judicial del 11-M
En La Razón, el 1 de noviembre de 2007, Juan Pablo González firmaba un artículo titulado La verdad judicial. El texto iba encuadrado dentro de un reportaje titulado Las incógnitas sin resolver, enmarcado a su vez en un especial bajo el nombre La sentencia del 11-M: Las dudas sobre los atentados. Todo, como se ve, vinculado a la teoría de la conspiración que afirma que la mayor masacre terrorista de nuestra historia no fue provocado por una célula islamista, sino por una trama secreta para echar al Partido Popular del poder.

En su artículo, González recuerda que respecto al 11-M, “todo tipo de hipótesis se han defendido con pasión por periodistas y políticos que, en juicios paralelos, han concurrido en la defensa de sus puntos de vista”. “Los jueces sabemos que la verdad judicial, especialmente en los supuestos de especial complejidad, difícilmente agota la realidad”, señalaba el entonces vocal del CGPJ, y añadía que “en la ceremonia del proceso hay siempre espacios de sombra”.

El nacionalismo e Ibarretxe
En otro artículo, titulado Uno de los nuestros y publicado en El Correo en noviembre de 2006, Juan Pablo González utiliza esa expresión, que según él usó “un dirigente nacionalista” cuando ETA asesinó a un militante de su partido, para criticar al PNV y a los socialistas vascos. Estos partidos habían protestado por la admisión de una querella contra el entonces lehendakari Ibarretxe y Patxi López por oponerse a la ilegalización de Batasuna. El juez usaba la expresión con tintes de película mafiosa para reclamar que no se les hicieran homenajes y se les apartase “prudencialmente de su cargo”.

González, de hecho, tenía una especial fijación con el nacionalismo en general y con Ibarretxe en particular. De hecho, otro de sus artículos, titulado El nacionalismo contra la Justicia y fechado en 2008, provocó una protesta formal del Gobierno vasco ante el CGPJ porque en el texto se le atribuía al Ejecutivo de Ibarretxe “tolerancia” y “connivencia” con ETA.

De hecho, el CGPJ se quebró en este episodio y hasta ocho vocales, con el vicepresidente a la cabeza, enviaron una carta a Ibarretxe mostrando “nuestra total repulsa” a que González hubiese usado “instrumentalmente su cargo y el nombre del CGPJ para verter tal tipo de despropósitos y de ofensas contra un Gobierno democráticamente elegido conexionándolo con el terrorismo”.

Zapatero y ETA
Aunque no hay que olvidar los múltiples artículos que González dedicó al Gobierno de Zapatero durante el proceso de paz con ETA. En 2007, el juez acusaba al Ejecutivo socialista de caracterizarse “por movimientos basculantes en una política antiterrorista guiada por el oportunismo, la frivolidad o el cálculo político”.

En otro artículo del mismo año, González acusaba al Gobierno de Zapatero de “mantener sus alianzas con quienes nunca han querido derrotar a ETA”. También califica la excarcelación de De Juana Chaos como “una parte del precio que se está dispuesto a pagar aún a costa de la dignidad de las víctimas” y acusaba a los socialistas de dirigir “un Gobierno que ofende y humilla a muchos ciudadanos”. “El Estado de rodillas por un chantaje que no es más que un anticipo de lo que puede ocurrir si avanza un proceso en el que solo ganan De Juana y sus amigos”, añadía.