Desde el estallido del grave brote de listeriosis, que ya afecta a más de 200 personas, muchos han buscado el nombre de los responsables de la contaminación. El foco se ha centralizado en la Junta de Andalucía, pese a que Partido Popular y Ciudadanos, que gobiernan en la región gracias al apoyo de la extrema derecha, han intentado lavarse las manos exigiendo a la ministra de Sanidad, María Luis Carcedo, que dé explicaciones, pese a estar las competencias transferidas. 

El nombre de Jesús Aguirre, consejero de Sanidad, está en boca de todos. El futuro del popular, que ya ha protagonizado alguna que otra polémica desde que está en el cargo, pende de un hilo y ya son muchas las voces que piden su dimisión, con la organización de consumidores Facua a la cabeza de esta exigencia. 

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Sin embargo, Aguirre no es el único nombre propio al que ha salpicado la listeriosis. Otro rostro que está en entredicho es el del director gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Miguel Moreno Verdugo. Este trascendió a los medios después de asistir a una corrida de toros en Málaga, dos días después de que el Gobierno central decretara la alerta sanitaria. 

ElPlural.com ya informó en su momento de las consecuencias que tendría el nombramiento de Moreno Verdugo al frente del SAS, que se convertía así en el número dos de la Sanidad andaluza. No hay que olvidar que puede 'presumir' de haber 'privatizado' la sanidad castellano-manchega, haber despedido entre 2013 y 2015 a 3.000 profesionales y haber planificado el cese de otros 3.000, que no se materializaron por el cambio de Gobierno.

Un "tiburón" de los seguros privados al frente de la salud andaluza

A los andaluces les “ha tocado el gordo”, reconocían a este medio antiguos compañeros de Moreno Verdugo en la sanidad de Castilla-La Mancha. Decían esto porque Miguel Moreno hizo gala de su segundo apellido y “sembró el terror” entre los trabajadores desde 2013 a 2015, “dos años en los que este hombre demostró tener pocos escrúpulos a la hora de poner de patitas en la calle a centenares de profesionales castellano-manchegos”. 

En ese tiempo al frente de los recursos humanos del SESCAM se ganó a pulso ser el profesional “más odiado” por los celadores, médicos, enfermeros y administrativos, “ya que Cospedal lo fichó para que redujera las plantillas de la sanidad”, añadían, “reducción que provocó el colapso de la sanidad castellano-manchega poniendo en peligro, incluso, la salud de los ciudadanos, que denunciaron decenas de veces a la sanidad regional”.

Miguel Moreno Verdugo llegó a la sanidad de Castilla-La Mancha con un objetivo recogido en la llamada Dieta Cospedal, un devastador plan de recortes del que la sanidad no se pudo escapar. Tanto es así, que a los pocas semanas de llegar a la dirección general de recursos humanos, ejecutó las órdenes de la entonces presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha, poniendo en la calle a nada más y nada menos que 3.000profesionales.

Pero no solo eso, si Cospedal hubiera ganado las elecciones de 2015, su ejecutor y “verdugo” particular hubiera despedido a otros 3.090 médicos y enfermeros.

¿Quién es Moreno Verdugo?

Moreno Verdugo fue director general de Ciudadanía de la Diputación de Málaga. Es funcionario del Servicio Andaluz de Salud, pero su especialidad son los seguros privados de salud, profesión que desempeñó en la aseguradora DKV antes de hacerse con la dirección de los recursos humanos del SESCAM.  Esto desató las protestas del PSOE, que en sede parlamentaria pidió conocer su contrato y sus retribuciones.

Según la formación, Miguel Moreno tenía también como función ejecutar los deseos de Cospedal de privatizar hasta cuatro hospital públicos de Castilla-La Mancha que, finalmente, no pudo llevar a cabo por falta de ofertas. Un proyecto truncado que fue denunciado por los socialistas por “la absoluta opacidad en el proceso de privatización de los hospitales públicos que quiere hacer Cospedal” y las “coincidencias cada más sospechosas entre los nombramientos como altos cargos de directivos provenientes de empresas privadas que pueden estar interesadas en esas misma privatizaciones”.

Pero no solo los socialistas sospechaban de este experto privatizador y “saneador” de plantillas profesionales, también los sindicatos lo tuvieron en su punto de mira desde el mismo momento que llegó a la sanidad de Castilla-La Mancha. La Federación de Servicios Públicos de UGT CLM solicitó en 2013 el cese de Miguel Moreno Verdugo como director de Recursos Humanos, por su “reiterada deslealtad institucional” en la ocultación de información en la negociación colectiva, “faltando a los principios de buena fe y voluntad negociadora”. Por el mismo motivo anunciaban la impugnación por vía contencioso-administrativa de la Mesa Sectorial de Sanidad, en la que sin presentar los informes oficiales a los representantes de los trabajadores se iniciaba el proceso de extinción de 14 categorías profesionales y la amortización de 176 puestos de trabajo.

Por su parte, CC OO consideraba “inadmisible” las propuestas de Miguel Moreno Verdugo y su “postura inamovible sobre el modelo de gestión privada como única figura para poder abrir el nuevo hospital de Toledo”, se lamentaba en 2014 la secretaria general de la Federación de Sanidad de este sindicato, al mismo tiempo que acusaba al hoy director general de SAS de “no garantizar el mantenimiento de las condiciones laborales de los trabajadores”.