El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, vive su momento político más delicado por su controvertida gestión política de la crisis alimentaria desencadenada por la presencia contaminante de listeria en carne mechada fabricada por una empresa de Sevilla. Los intentos iniciales del consejero de minimizar el alcance de la contaminación y su actitud temerariamente comprensiva con la empresa Magrudis se han vuelto contra él.

A la petición de comparecencia urgente en el Parlamento solicitada por el PSOE y Adelante Andalucía se sumó anoche Vox, socio parlamentario del Gobierno andaluz cuyo portavoz, Alejandro Hernández, dijo que, después de dos personas fallecidas y cientos de afectados, su partido considera “necesario que Jesús Aguirre comparezca para dar las explicaciones oportunas".

Hernández reconoció que hasta ahora Vox había optado por “un prudente silencio” para no “interferir en el trabajo de los técnicos”, pero “la gravedad” de los acontecimientos lo ha llevado a incrementar la presión sobre el Gobierno de PP y Ciudadanos, al que “urge a buscar una pronta solución”. Además de los dos fallecidos, los afectados se acercan a 200 y los ingresados son ya 99, entre los cuales hay una treintena de embarazadas.

Adelante Andalucía considera que, dada su “nefasta gestión”, "la única salida que tiene el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, es dimitir y reconocer que le viene muy grande la gestión del Servicio Andaluz de Salud y la política pública sanitaria en Andalucía".

Por su parte, el PSOE-A ha solicitado la reunión de la Diputación Permanente del Parlamento para reclamar la comparecencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno, en una sesión plenaria extraordinaria con carácter urgente para informar sobre la gestión del Gobierno andaluz del brote de listeriosis.

Para los socialistas, Aguirre "lleva haciendo méritos para dimitir" desde que llegó a la Consejería, pero el PSOE prefiere esperar a escuchar sus explicaciones antes de decidir si pide o no su dimisión.