Según informa hoy El Periódico citando a fuentes diplomáticas, el Gobierno ya habría notificado a Arabia Saudí la confirmación de la venta y envío de 400 bombas láser de fabricación estadounidense y valoradas en poco más de 9 millones de euros. La semana pasada fuentes de Defensa informaron de que se estudiaba la paralización de dicha venta, debido a que era posible que el régimen saudí utilizara los proyectiles en la guerra que mantiene en Yemen, donde se les acusa de bombardeos contra población civil. Una vez que se conoció dicha noticia, los trabajadores de los astilleros de Navantia exigieron la dimisión de la ministra Margarita Robles, dado que esta paralización ponía en peligro la construcción de cinco corbetas para la Marina Real saudí, una operación valorada en 1.813 millones de euros y que supone 6.000 puestos de trabajo para la provincia de Cádiz.

Se me ha puesto una oreja en forma de península arábiga

Inmediatamente el Ministerio de Asuntos Exteriores comenzó a dialogar con sus homólogos saudíes para evitar la cancelación de dicho encargo y conciliar lo que el ministro de Exteriores, Josep Borrell, calificó como "intereses contradictorios". Borrell explicó ayer en declaraciones a la prensa que ha estado "colgado al teléfono" para hablar con el Ministerio, con embajadores y otros miembros del Gobierno de Pedro Sánchez para "encontrar una solución a esta situación", si bien concedió que todavía no se había llegado a una conclusión. "Se me está poniendo una oreja en forma de península arábiga a base de tener que ocuparme continuamente de un problema que ciertamente es importante", bromeó el jefe de la diplomacia española, para después expresar su "respeto" por los intereses en juego.

Parece que tal conclusión ha llegado hoy mismo. Si bien este diario ha tratado de obener confirmación por parte de los ministerios de Defensa, de Exteriores y Cooperación, así como de la Secretaría de Estado de Comunicación, sin haber recibido respuesta en el momento de publicar esta noticia.