El nuevo fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, ya ha demostrado su perfil con la Operación Lezo, al intentar detener el registro en el domicilio del expresidente de Madrid, Ignacio González. De hecho, Moix aparece señalado en las grabaciones intervenidas, en concreto en una llamada entre el propio González y el exministro Eduardo Zaplana, en la que se congratulan de su nombramiento por ser una persona cercana a ellos.

Moix fue fiscal jefe de Madrid con anterioridad y su ascenso a fiscal jefe Anticorrupción vino en la denominada purga de fiscales en la que el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, que entre otras decapitaciones, acabó con la destitución del fiscal jefe de Murcia que investigaba al entonces presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.

En su trayectoria al frente de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid destaca que fue el fiscal encargado del caso de la huida de Esperanza Aguirre por la Gran Vía tras aparcar en el carril bus y llevarse por delante la moto de un agente de movilidad. Frente al criterio de la acusación popular y, sobre todo, del juez, Moix defendió a capa y espada que no se trataba de un delito de desobediencia civil, sino sólo una falta. Y también fue muy útil para Aguirre por su empeño en pedir una y otra vez que se archivara el caso de los espías que afecta a su pasado como presidenta de la Comunidad de Madrid.

Moix ordenó por escrito a los fiscales de la Operación Lezo que no hicieran el registro en casa de Ignacio González, que ya estaba previsto. Un intento de frenar la investigación que contaba con el visto bueno del fiscal general del Estado, a quien pareció “muy bien” esa decisión.

Algo que no compartieron los fiscales del caso, que acudieron al artículo 27 del estatuto de la Fiscalía, por lo que Moix tuvo que convocar a la junta de fiscales Anticorrupción, que por mayoría se opuso a ese freno a la investigación, por lo que el fiscal jefe tuvo que recular y aceptar el resultado.

El nombre de Moix, de hecho, aparece vinculado al caso por una conversación telefónica grabada a Ignacio González y Eduardo Zaplana, en el que el exministro le decía al madrileño que estuviera tranquilo y se congratulaban del fichaje del nuevo fiscal jefe de Anticorrupción por ser una persona amigable con el Partido Popular, como ha demostrado con su trayectoria.