Aunque abandonó el PP, Pimentel no puede ocultar en una entrevista a La Opinión de La Coruña sus simpatías por su antigua formación, aunque desde un espíritu crítico. Así, celebra el resultado del 22-M diciendo que es un cambio "bueno para el país" y que ha llegado "el momento de gestionar" y cree que los populares han "demostrado" ser mejores en ese ámbito.

Espera "recortes intensos"
El ex ministro anuncia "recortes intensos, directamente proporcionales a la irresponsabilidad con la que se ha gastado el dinero" pero habla de responsabilidades colectivas ya que "todos hemos participado en el disparate del gasto público, también el ciudadano, que exigía que aumentase" y por tanto "todos hemos participado en esta orgía del gasto". Sin embargo lamenta que "en esta campaña electoral no se ha hablado ni de las autonomías ni de los municipios" y "se ha votado contra Zapatero, y ningún partido ha dicho qué va a hacer con el marrón económico que tenemos encima" por lo que "no hay debate ciudadano". "Llegamos a creer que se trata de cambiar caras, pero no de admitir responsabilidades", advierte.

Aplaude recortes de Zapatero y advierte de que "no es suficiente"
Sobre resultados como los del PP en Valencia, con imputados por supuesta corrupción incluidos en las listas, explica que "la gente exculpa a los suyos para que no ganen los otros". Y sobre futuros recortes cree que "fue muy valiente la decisión de Zapatero de bajar el sueldo a los funcionarios y congelar las pensiones" pero "no es suficiente". Apunta como objetivo para redicir el gasto a "las empresas públicas, que son miles en toda España dependiendo de comunidades autónomas, que aportan poco o nada y que la mayoría se dedican a hacer competencia desleal".

Nueva reforma laboral y de los convenios con Rajoy
Pimentel asegura que la reforma laboral "fue prácticamente inexistente" y que si gana Rajoy habrá "sin duda" una nueva y también otra relativa a la negociación colectiva, que está sobre la mesa en estos momentos del Gobierno socialista. En cuanto a lo que haría si fuera ministro de Trabajo ahora, asegura que "el problema es que en este país nadie quiere ser empresario, porque la normativa laboral es muy antigua y es la más dura de Europa, y los empresarios sólo tienen problemas" y apunta a cambios legislativos en ese campo.