Cristina Cifuentes, caja B del PP y Congreso de los Diputados. Esos son los tres ingredientes que harán tambalear los cimientos de la formación popular este martes 20 de marzo. La presidenta de la Comunidad de Madrid deberá responder a cuestiones sobre la presunta financiación irregular ante la Comisión de Investigación sobre la caja B del Partido Popular. En su declaración ante el juez, Francisco Granados situó a Cifuentes en la cima de la toma de decisiones de las campañas de 2007 y 2011, la ubicó en el cinturón de hierro de Ignacio González e incluso aseguró que esta especie de guardia pretoriana fue dinamitada por la relación sentimental que mantenían la actual presidenta autonómica y el expresidente.

Las acusaciones vertidas por el exconsejero de Presidencia, la rana más cantarina de Esperanza Aguirre, le costaron una querella. De hecho, tras un primer intento fallido ya que la Policía no localizó la vivienda de Granados, ha sido citado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid para el próximo día 21 de marzo. Cifuentes se ha justificado asegurando que su citación responde a una estrategia partidista de la oposición: las acusaciones de Granados “sirven a la oposición (Ciudadanos, Podemos y PSOE) para hacerme comparecer ante dos Comisiones de Investigación”. Y añadió: “Increíble, pero cierto: Ciudadanos, Podemos y PSOE están poniendo el Congreso y la Asamblea, al servicio de los intereses de un presunto delincuente, embustero, machista y sin escrúpulos. Los parlamentos no deberían seguir el juego de un presunto corrupto”. Sin embargo, Cifuentes miente. La citación no se produce por las declaraciones de Granados, tal y como argumenta. Hace un año, poco antes de que la comisión echara a andar, el PSOE remitió a la Mesa de la Comisión una propuesta de plan de trabajo en el que ya se solicitaba su comparecencia. Así lo demuestra el documento al que ha tenido acceso El Plural.

Patrañas aparte, muchos serán los asuntos sobre los que Cifuentes deberá dar la cara. Según indican fuentes de la Comisión a El Plural, se prestará especial atención al caso FUNDESCAM. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil vinculó a la actual presidenta autonómica con la financiación irregular del PP por un contrato adjudicado al Grupo Cantoblanco, propiedad de Arturo Fernández, cuando era vicepresidenta de la Asamblea de Madrid. El por entonces juez instructor del caso Púnica, Eloy Velasco, rehusó su imputación. Sin embargo, en unas grabaciones a las que tuvo acceso este periódico se vinculó nuevamente a Cristina Cifuentes con la adjudicación del contrato de la cafetería de la Asamblea al Grupo Cantoblanco.

En un interrogatorio al empresario Arturo Fernández, el juez le pregunto: “¿Conoce a Cristina Cifuentes?”, a lo que Fernández respondió tajantemente; “Sí, claro”, y añadió que “mi relación era buena, como con todos”. El magistrado le preguntó si era consciente de que Cifuentes era componente del patronato de FUNDESCAM y miembro de la campaña electoral, y si fue ella ese “alguien del PP” que le pidió el dinero. Pero el empresario pareció tenerlo claro “No, ella no me lo pidió”.

Cristina Cifuentes presidió la Mesa de Contratación y formaba parte del comité de expertos de la licitación de explotación de la cafetería de la Asamblea y Arturo Fernández recibió una puntuación de 25 sobre 30 puntos ya que le sumaron la experiencia de otras empresas. Por tanto, “le puntuaron la experiencia, pero la experiencia no se puede puntuar. Tan regular, tan regular [la adjudicación], no fue…”, subrayó el juez.

Pero Cifuentes deberá responder a otras muchas cuestiones: “Financiación ilegal del PP dura y pura, elecciones del 2003, 2007, 2008, 2011… Responsabilidades varias que se entremezclan y evidencian mando del PP. Comité de campaña, Ejecutiva…”. En principio el caso Lezo y su participación en el Canal quedará relegado a un rol subalterno puesto que “le toca puntualmente” y el formato “te obliga a seleccionar cosas porque con los 20 minutos no te dan para nada”, dicen fuentes de la Comisión: “Se atrinchera, bloquean, lo niegan, te embarran, te intentan ganar tiempo… Es difícil”.

Errejón, ¿la kriptonita de Cifuentes?

La pasada semana el secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, Íñigo Errejón, ya se batió en duelo con Granados. El exportavoz morado fue el encargado de interrogar a la rana de Aguirre a pesar de que los trabajos suelen encabezarlos bien Carolina Bescansa o bien Txema Guijarro. No obstante, existe un pacto tácito para dar protagonismo a Errejón ante cuestiones de semejante trascendencia para Madrid a fin de ganar puntos de cara a las elecciones autonómicas de 2019.

Tras la batalla de Vistalegre II, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón pactaron que el ya exportavoz parlamentario morado sería el candidato a la Comunidad en 2019 a cambio de dar un paso atrás a nivel nacional y no disputarle el liderazgo nuevamente. Errejón, que fue sustituido por Irene Montero, aceptó y, tras una temporada de stand by, en verano inició su particular campaña recorriendo las fiestas populares de diferentes localidades de Madrid y aprovecha estos ratitos para ganar enteros.

El duelo entre Cifuentes y Errejón, dos de los candidatos a presidir la Comunidad de Madrid, será el primero de muchos. Dos auténticos pesos pesados que este martes inician la carrera en dirección a la Real Casa de Correos. Su declaración empezará a las 12:00 horas, tras la comparecencia del exgerente del PP de Madrid Beltrán Gutiérrez.