Este 2 de abril, Alberto Núñez Feijóo celebrará dos años al frente del Partido Popular tras el cese de Pablo Casado. 720 días en los que los neoliberales han conseguido buena parte del poder territorial y autonómico del país, pero en los que no han logrado sentarse en el Palacio de la Moncloa tras las generales del pasado 23 de julio a pesar de haberlas ganado, pero no conseguir apoyos suficientes para formar Gobierno.
El PP ostenta actualmente 11 gobiernos autonómicos, una treintena de capitales de provincia y el 40% de los ayuntamientos. De cara a la fase central del año, Feijóo afronta este segundo aniversario como líder del PP con la vista puesta en tres citas electorales inminentes: las vascas, las catalanas y las europeas, y con la incertidumbre de cómo los resultados pueden agitar el tablero político nacional. El líder 'popular' ve "perdida" la legislatura y ha pedido a Pedro Sánchez que "haga las maletas" en Moncloa porque lidera un Gobierno "en agonía, que no es útil ni sirve a los españoles". "Este Gobierno ya no tiene arreglo, ha nacido averiado. La avería cada día es mayor y es imposible arreglar lo que no funciona", opinó hace unas semanas.
La convulsión interna que eliminó a Casado
El 1 y 2 de abril de 2022, los más de 3.000 compromisarios del PP reunidos en el congreso extraordinario de Sevilla eligieron presidente a Feijóo con el 98,35% de los votos, poniendo fin al liderazgo de Pablo Casado tras una profunda crisis interna que sacudió al partido. ¿El motivo? La guerra soterrada entre el equipo de Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que terminó de estallar tras las acusaciones de supuesto espionaje y corrupción que el equipo de Casado enarboló contra la presidenta madrileña.
Casado exigió entonces a Ayuso aclarar si su hermano recibió 286.000 euros en comisiones por mediar en un contrato de mascarillas en plena pandemia, mientras la presidenta madrileña acusó a 'Génova' de vincularla con la corrupción sin pruebas. En concreto, el 23 de febrero de 2022, Casado reunió a los 'barones' del PP, que visualizaron su apoyo a Feijóo tras casi 14 años al frente de la Xunta de Galicia, que fue ungido como nuevo líder en el cónclave de Sevilla, donde prometió "unir" al PP y "coser" las heridas.
Dos años después de dejar la Presidencia del PP, y en medio del cruce de reproches entre PSOE y PP por la corrupción del 'caso Koldo' y el caso de presunto fraude fiscal que afecta a la pareja de Ayuso, el entorno de Casado ha confirmado que seguirá alejado de la vida política y fuera del foco mediático. "Desde hace dos años, Casado se ha impuesto la discreción y guardar silencio por respeto al PP. Su respuesta va a ser discreción y silencio", han garantizado fuentes próximas al exlíder del PP, del que han destacado su "lealtad" al partido en todo momento. Por otra parte, otras fuentes de su equipo de entonces han señalado que "está contento" con su nueva vida profesional, vinculada a un fondo de tecnología y defensa, en el que se ha rodeado de un equipo potente". Ha sido un "cambio de vida", tanto de trabajo como de domicilio, añaden las fuentes consultadas.
El caso Koldo y la amnistía, pilares centrales de la estrategia del PP
De cara a las próximas citas electorales, la estrategia del PP estará centrada en dos pilares: la ley de amnistía que se tramita en el Senado y, que según los 'populares', es "inconstitucional"; y la "trama Koldo' sobre presuntas mordidas en la compra de mascarillas durante la pandemia que entre las filas 'populares' ya han bautizado como 'caso Sánchez', a pesar de que el presidente del Gobierno no tiene relación con este escándalo.
Incidiendo en estos asuntos, el PP quiere que se investigue la relación de la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, con la aerolínea Air Europa, en medio de las negociaciones para el rescate de la compañía en 2020. Es más, no ha descartado que la cite a comparecer en la comisión de investigación que se va a crear en el Senado. Después de varias protestas en la calle contra la amnistía, Feijóo ya ha prometido derogar esta norma si llega a Moncloa, si bien cree que no será necesario porque ya lo habrán hecho de facto los tribunales por considerar su inconstitucionalidad.
En cuanto a las elecciones catalanas y vascas, el PP tendrá que afrontar la particularidad de que son los dos feudos con más debilidad orgánica del partido. Feijóo se volcará en ambas campañas, en especial la catalana, en la que busca convertir al PP en "la primera fuerza del constitucionalismo, una vez que el PSC ha dejado de serlo", según aseguraron fuentes de su equipo. Por ahora, las encuestas dan como holgado ganador a Salvador Illa y el PSC.
Sin embargo, dentro de su objetivo de ensanchar el espacio de centroderecha no ha conseguido integrar por completo a Ciudadanos, partido del que ya habían incorporado "más de 200 cargos" en los últimos años. Las negociaciones con los naranjas se truncaron hace justo una semana, un fracaso que terminó con la dimisión de que era hasta ahora secretario general de Cs, Adrián Vázquez. Por otra parte, las europeas del 9 de junio serán las primeras elecciones de ámbito nacional desde las de 2023, y el PP las ha interpretado como un "plebiscito" sobre Sánchez, como si se trataran de una segunda vuelta de las anteriores generales.
En esos términos se pronunciaba precisamente la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, quien considera que las europeas serán una "segunda vuelta" de las elecciones del pasado 23 de julio, convencida de que "sin duda alguna" Sánchez sufrirá un castigo porque "mintió a todos los españoles, especialmente a todos sus votantes". "Y por tanto, la mentira se penaliza", declaró el pasado mes de enero.
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