La exportavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados ya tiene hueco en las listas de Pablo Casado. Dolors Montserrat encabezará la candidatura de la formación de cara a las elecciones europeas. Así lo ha anunciado el propio Casado durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, donde ha puesto en valor su “experiencia y empuje”.

Atrás quedan, por tanto, los bailes retóricos entre la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y Montserrat, quienes han sido si duda una de las parejas que más momentos icónicos han dejado en las Cortes durante la etapa de Pedro Sánchez en La Moncloa.

Casado ha roto el molde de lo esperable ya que todas las apuestas situaban a Esteban González-Pons como cabeza de lista, un primera espada que conoce cada recoveco de la UE.

Salpicado por el caso Máster

González-Pons no será el número uno, pero si el número dos. Así, uno de los salpicados por el caso Máster desembarcará en Europa de la mano del PP.

Y es que, a pesar de que González-Pons es un candidato curtido, con solera, conocido y con influencia Bruselas (fue número dos en 2015 por detrás de Miguel Arias Cañete), lleva mochila consigo.

Tal y como desveló ElPlural.com en exclusiva, el eurodiputado mantiene oculta su tesis pese a que el PP puso el grito en el cielo por la de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno hizo público el trabajo; González-Pons no.

“La realizó hace más de 30 años en máquina de escribir” y “no sabe si quedará alguna copia”, argumentaron desde el equipo de González-Pons. Pero el asunto no queda ahí.

El exdirector del Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Enrique Álvarez Conde, imputado en el caso del máster de Cristina Cifuentes y Pablo Casado, dirigió la tesis doctoral oculta de Esteban González Pons. En TESEO no se puede consultar y tan solo figura la ficha del trabajo, realizado en el seno de la Universitat de València. Su tesis fue publicada en 1990 y registrada el 1 de enero de 1991.

Desde el equipo de González Pons insisten en que “hizo la tesis cuando tenía 26 años” y añaden que el hecho de que Álvarez Conde fuera el director “no implica nada malo”, a pesar de todos los procesos judiciales en los que se encuentra inmerso en la actualidad. De hecho, subrayan que hay que “juzgar la actuación de este señor en función de cada caso”. Alegan también que por aquel entonces “no tenía cargo político” y “era un alumno más”.