Por "motivos de salud" pero satisfecha. Así ha presentado este martes su dimisión como fiscal general del Estado Dolores Delgado, quien dice hacer un balance "satisfactorio" de los dos años y medio que ha ostentado el cargo y con la convicción de que ha cumplido los objetivos de su proyecto. De esta manera ha quedado reflejado en el comunicado con el que la Fiscalía ha anunciado que Delgado ha remitido una carta a la ministra de Justicia, Pilar Llop, expresando su voluntad de apartarse de sus responsabilidades.

Según ha justificado, la que fuera ministra de Justicia se sometió el pasado mes de abril a una intervención de urgencia en la columna vertebral por la que requerirá de nuevas operaciones quirúrgicas en el futuro. Por eso, considera que no se encuentra "en las condiciones físicas exigidas para tan alta función" y anuncia que deja el cargo.

En el mismo texto, además, el órgano judicial apunta que se ha tratado de una "difícil" decisión en la que Delgado "ha tenido que conjugar su inequívoca vocación de servicio público con un alto sentido del deber y responsabilidad". Sin embargo, ha querido destacar el cumplimiento de "los objetivos del proyecto" encarnado en la propia fiscal.

"Para la Fiscal General, el balance de estos dos años y medio de mandato es satisfactorio. Se han cumplido los objetivos del proyecto, en el que se han logrado hitos históricos para la carrera fiscal y la justicia española y un cambio de paradigma en la Fiscalía centrado en la transparencia, los valores democráticos, los derechos humanos, la perspectiva de género y la protección de los más vulnerables", afirma el documento.

Cuestionada por sus colegas

Aunque los motivos principales alegados para presentar su renuncia han sido los médicos -pues sufre una lesión importante en la espalda, de la que fue operada pero que no termina de curar bien-, ElPlural.com ha podido saber de mano de fuentes cercanas a la socialista que también ha pesado el cansancio con respecto a los últimos enfrentamientos con gran parte de la carrera fiscal.

Y es que la hasta ahora FGE deja el cargo cuestionada por una parte importante de la carrera fiscal. De hecho, este mes, más de 100 fiscales de Menores escribieron una carta en contra del cese fulminante del número dos de la Fiscalía General del Estado de esta materia, Francisco García Ingelmo. También ha perdido el control del Consejo Fiscal, el órgano asesor del Ministerio Público donde en las últimas elecciones la UPF -asociación de Delgado- ha sacado sus peores resultados históricos. Asimismo, tiene en contra la Junta de Fiscales de Sala del Tribunal Supremo.

Entre los escollos a los que se ha enfrentado Delgado en los últimos tiempos, el que más ha afectado a su imagen ha sido la decisión de la Sala Tercera del Tribunal Supremo que anuló el nombramiento del fiscal de Sala de Menores por "falta de motivación", y valoración arbitraria de los méritos, de la Fiscal General del Estado.

La renuncia de la FGE, adelantada por El Confidencial, genera preguntas como qué hará ahora Delgado. Hay tres posibilidades: que vuelva a ejercer como fiscal en la Audiencia Nacional, lugar donde tiene su plaza; que se postule a una plaza de fiscal de Sala del Tribunal Supremo o que se vaya a la empresa privada a trabajar en un despacho como han hecho otros muchos fiscales de la Nacional. El Gobierno prevé nombrar como sustituto al hasta ahora número dos de Delgado, el fiscal de sala y jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Álvaro García.