Durante su comparecencia en la Asamblea de Madrid el exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna ha justificado los 179.000 euros en asesorías que cobró de la Fundación Arpegio, la que dependía de la Comunidad de Madrid y dirigía Francisco Granados. El diputado nacional, que concurrió con el PP a las pasadas elecciones a pesar de que ya había salido a la luz la investigación de la Audiencia Nacional por cobrar presuntas comisiones a empresarios mientras estaba en el Congreso, acabó en el grupo Mixto después de que su partido le abriera un expediente disciplinario. Este viernes ha comparecido en la comisión de investigación de la corrupción de la Asamblea de Madrid para explicar sus millonarios ingresos a través de Arpegio, la fundación pública que repartió hasta 10 millones en contratos "sin control ni fiscalización" entre la órbita popular.

"Es barato. Estuve dos meses haciéndolo"
De la Serna ha justificado sus altos ingresos en la fundación por su currículum y se ha mostrado desafiante con los diputados de Podemos Miguel Ongil y Ramón Espinar. Ongil le acusó de haber estado "llevándoselo crudo" y el expopular se revolvió acusándole de hacer imputaciones muy graves. Ha reconocido que por ejemplo cobró 12.000 euros por un informe de 30 páginas pero que fue "barato" porque le llevó "dos meses" hacerlo. Ese dinero se sumó a los más de 3.000 euros que percibía al mes por sus tareas habituales en la fundación. También ha señalado el exdiputado que comparecía como asesor jurídico de Fundación Arpegio y no como político, aunque se ha referido al caso del supuesto cobro de comisiones en el extranjero por el que dejó el PP: "Surge de una extorsión, está montado con documentos y testimonios falsificados", ha dicho.


Muchos proyectos, contratos y dinero público sin control
También ha comparecido en la comisión la exasesora de la Fundación Arpegio Elisa de la Nuez, quien ha retificado la falta de control en la selección de los proyectos y que el que decidía era el presidente del organismo, Granados, entonces también consejero regional. "Era un sitio peculiar en cuanto a la forma de funcionamiento", ha declarado. Entre los proyectos más sorprendentes, ha destacado la reparación de un órgano de una iglesia en la Comunidad de Madrid, y ha confirmado que se firmaron contratos con la empresa Waiter Music, vinculada posteriormente con la trama Púnica. Aunque no sabe si la falta de personal era algo premeditado, afirma que en sus trabajos anteriores en la administración del Estado "no había encontrado nada parecido""Si hubiera habido un funcionamiento profesional y más o menos ordenado, algunos proyectos no se hubieran hecho", ha sostenido. La exasesora ha indicado que una de las "preocupaciones" de la Fundación Arpegio era firmar "muchos convenios", sobre los que cree que no había un seguimiento.