La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha presidido este martes la reunión del grupo parlamentario popular en el Congreso. Una presencia significativa porque se produce en pleno debate interno, previo al Congreso del PP, sobre la conveniencia de que toda una ministra de Defensa siga llevando las riendas del partido, aunque esa batalla se librará en febrero. El debate interno que ahora afrontan los populares gira en torno a la gestión de sus casos de corrupción después de lo ocurrido con el caso de Rita Barberá. La muerte de la senadora ha servido para que pesos pesados de la formación, con Cospedal y el portavoz parlamentario Rafael Hernando a la cabeza, reivindiquen la memoria de la exalcaldesa y abran un debate sobre los juicios paralelos en los medios. Además, se ha abierto el melón de cuestionar los acuerdos de gobernabilidad con Ciudadanos en los puntos relativos a la lucha anticorrupción, como el apartamiento de cargos públicos de los políticos imputados. 

Silencio y cambios estratégicos
La ministra ha presidido la reunión en ese ambiente y después de que ayer se produjera un leve apagón informativo en Génova 13 después de que ningún portavoz del partido saliera a dar la cara tras el preceptivo Comité de Dirección de los lunes. Ha llegado y se ha ido de la reunión a puerta cerrada sin hacer declaraciones y Hernando tampoco ha ofrecido la habitual rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, pero sí se ha parado brevemente ante los periodistas tras el encuentro del grupo para transmitir un mensaje de confianza en la capacidad de "diálogo" de su partido.

Más voces femeninas y no hay 'castigo' para Maroto, Casado ni Martínez-Maillo
Desde el PP y a preguntas de ELPLURAL.COM han restado trascendencia a la presencia de Cospedal en la reunión del grupo parlamentario de hoy, de hecho subrayan que no había ministros entre los diputados presentes, y la enmarcan en los nombramientos y cambios que se han ratificado este martes en la dirección del grupo. La reunión plenaria del grupo popular se ha saldado con la entrada en el Comité de Dirección de tres diputadas como nuevas portavoces adjuntas: Ana Isabel Alós, Susana López Ares y María Jesús Bonilla. Además, los diputados y vicesecretarios del PP Javier Maroto, Pablo Casado y Fernando Martínez-Maillo ocuparán respectivamente las vicepresidencias primeras de las Comisiones de Igualdad y la Mixta de la Unión Europea, así como la vicepresidencia segunda de Seguridad Nacional. Maroto, Casado y Martínez-Maillo han sido tres de los populares más señalados por su trato a Barberá, los dos primeros por sus declaraciones públicas reclamándole un paso atrás y el tercero porque fue el encargado de pedirle personalmente que se marchara del partido antes de su juicio. El debate interno sobre el trato a la senadora se cerraba así sin consecuencias orgánicas dentro del grupo parlamentario. Pero el PP no va a renunciar externamente a ese discurso y el riojano Pedro Sanz por ejemplo recuperaba el "pim-pam-pum" mediático que Hernando denunció sobre Rita para hablar de su particular "pim-pam-pum", y es que una jueza investiga el plan urbanístico que le permitió legalizar una casa. 

Ciudadanos rebaja el tono

Mientras el PP acometía los últimos cambios en su grupo parlamentario, Ciudadanos ponía sordina en la tensión con el PP de los últimos días. Toni Cantó declaraba desde el Congreso para Cuatro que su partido seguirá reclamando a los populares el cumplimiento de los puntos relativos a la lucha contra la corrupción de su pacto de Gobierno, pero ponía el foco en uno de los puntos que más sintonía genera con los de Rajoy, el de reclamar más medios para la Justicia "para no eternizar las causas". En el lado de las críticas Cantó prefería centrarse en la amnistía fiscal de Cristóbal Montoro. Mientras, el secretario general de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, celebraba en rueda de prensa la futura ley de autónomos como la prueba de que pueden conseguir "acuerdos positivos" con el PP.