Blindaje total para el Congreso de los Diputados. Ni el Ministerio del Interior, ni delegación del Gobierno ni la propia Cámara Baja quieren que este edificio parlamentario pueda ser el escenario de la ultraderecha al estilo asalto al Capitolio durante la investidura de Pedro Sánchez. Los actos violentos que se han producido en las protestas contra la ley de amnistia y el Ejecutivo en la madrileña calle de Ferraz, sede del PSOE, han marcado la estrategia a seguir esta semana -especialmente el miércoles y el jueves- con el objetivo de evitar que esta situación afecte al debate y votación de la candidatura del secretario general socialista.

Para ello, la Policía Nacional ya ha comenzado a acorazar el edificio principal y los aledaños del Congreso con un dispositivo especial que pretende mantener alejados o evitar el acercamiento de los manifestantes movilizados por los grupos de ultra derecha para protestar contra las negociaciones y el resultado de las mismas. También la propia institución está perfilando su propio protocolo de acceso y salida para los diputados, trabajadores públicos así como medios de comunicación con la intención de facilitar el devenir de la jornada parlamentaria. Durante toda la semana la entrada está controlada y decenas de vallas ya decoran la Carrera de San Jerónimo.

El Congreso se blinda con un protocolo antiultras

Las movilizaciones de las últimas semanas a las puertas de las sedes del PSOE, y las previsiones de que se trasladen hasta el Congreso de los Diputados en una esperable escalada de violencia que emule una suerte de Rodea al Congreso II, ha empujado a las Cortes Generales a impulsar un dispositivo para proteger el buen funcionamiento de la sesión de investidura del presidente del gobierno. De hecho, ya desde este mismo lunes las puertas de entrada al edificio principal así como a las ampliaciones están acorazadas por sendos furgones de la Policía Nacional y varios efectivos con el objetivo de controlar el tránsito por la zona. 

En concreto, la cámara va a estar custodiada por más de 1.300 agentes de la Policía Nacional como parte del dispositivo de seguridad que va a impulsar el Ministerio del Interior para evitar que se produzcan episodios de cargas y altercados como los de la semana pasada. Todo en medio de un ambiente caldeado entre los ciudadanos, azuzados por la derecha y la extrema derecha en el marco de un nuevo gobierno del PSOE de la mano de sumar y el resto de socios. En concreto, serán "entre 1.300 y 1.400 agentes" los que controlen la zona desde este mismo martes. 

Más de 1.300 policías nacionales

De hecho, a menos de 24 horas de que comience el debate y a 48 horas de la votación, solo pueden andar por la acera más cercana al Hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo los periodistas que cuentan con acreditación para la cámara así como los vecinos y trabajadores que residen y tienen que acudir a su puesto laboral en ese área del centro de la capital. Dicho control comienza a la altura de la calle Cedaceros, donde ya abundan decenas de vallas que van a formar parte del perímetro de toda la zona, incluso desde horas antes de iniciar la sesión de investidura, prevista para las 12.00 horas de este 15 de noviembre.

Fuentes del Ministerio del Interior añaden que el dispositivo que finalmente se va a desplegar va a ser "similar" al que se ha llevado a cabo en otras investiduras anteriores -como en la de Mariano Rajoy en 2016- y otros eventos multitudinarios y políticos, como la cumbre de la OTAN o partidos de fútbol internacionales. Mientras, algunas voces policiales apuntan a que las protestas en Ferraz y a las puertas del Congreso que se esperan se vayan a producir pueden alargarse todavía más días, aunque la previsión es que se reduzca su intensidad.

Un dispositivo similar a la jura de Leonor

Ya dentro del Hemiciclo, personas cercanas a la organización aseguran ante ElPlural.com que esperan que las dos jornadas se produzcan dentro de la "normalidad" aunque no cierran la puerta a que se produzcan los conflictos fuera de los muros. Tampoco dentro de los mismos, aunque lo enmarcan a nivel parlamentario. Para empezar han vuelto a establecer un protocolo para el acceso y salida de periodistas del edificio, con acreditaciones especiales en el caso de cubrir la información dentro del perímetro, y aseguran que la seguridad será parecida a la impulsada en el acto de jura de la Constitución de la princesa Leonor.

También apuntan a que delegación del Gobierno e incluso el Ayuntamiento de Madrid puedan retrasar la zona de estancia desde el cruce de Cedaceros hasta Nepturo para mantener a los manifestantes lo más alejados posible. Así mismo el parking del interior del Congreso tendrá horarios acotados y los profesionales tendrán que entrar con horas de antelación para asegurar su presencia dentro.