En un espacio tan metafórico y evocador como el Centro Abogados de Atocha, ha arrancado este sábado en Madrid una nueva andadura de El Jacobino, el think tank de izquierdas que se posiciona firmemente contra el nacionalismo identitario y en pos la defensa del trabajo, los servicios públicos y una sociedad laica e igualitaria.

Antes de comenzar el acto, sonaba Welcome to the Jungle de Guns and Roses, como una especie de autorecibimiento a la jungla de la política española ya que la intención de la organización progresista es pasar a la acción y tomar parte en un futuro proceso electoral.

“En España carecemos en la instituciones de una izquierda coherente, que cree en la igualdad para todos”, ha definido Arturo Fernández Le Gal, politólogo y miembro de El Jacobino, al principio de un acto al que han asistido más de un centenar de personas. Una declaración de intenciones que es la base para que desde la dirección del proyecto hayan decidido dar el paso. También ante las derivas privatizadoras y desreguladoras de los gobiernos autonómicos de derechas frente a la emergencia social, como es el caso de la sanidad en la Comunidad de Madrid.

“Abogamos por los principios de la revolución francesa ante quienes enarbolan los valores del neocarlismo, de Dios, Patria y Fueros!”, ha expresado Marc Luque en un discurso combativo en el que ha defendido los valores antinacionalistas que tiene la izquierda per se. “En El Jacobunio no tenemos a ningún Roures, nuestro único capital es el lema del PSUC, mis manos mi capital. No queremos a ricos ni caciques gobernándonos", ha añadido.

A continuación, ha tomado la palabra Paula Fraga, abogada feminista y una aguerrida voz que se posiciona contra el feminismo del Ministerio de Igualdad y la izquierda posmoderna. A través de su discurso, Fraga ha señalado a Irene Montero por su gestión ministerial “al amparo de las leyes que rebajan penas a agresores sexuales. Avisamos con la Ley del si es si y lo hacemos ahora con la Ley trans" ha advertido. “¿De qué feminismo nos habla un gobierno que afrenta los derechos de las mujeres y la infancia, que utiliza el velo como símbolo en los mítines y que ha abandonado al pueblo saharaui?”, ha expresado.

También ha participado el filósofo Félix Ovejero, uno de los intelectuales que dan forma al pensamiento jacobino y que ha defendido los pilares de la izquierda que defiende: “Principio de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Unidad indivisible de la patria”, ha señalado. “Hay lugar para recuperar un proyecto de izquierda igualitario y eficaz”, ha añadido el profesor Ovejero.

Násara Iandih, activista saharaui, se ha dirigido también a los presentes para analizar la situación que vive su pueblo a manos de la dictadura marroquí:  “La causa saharaui no es una causa geopolítica y en España debe ser una causa nacional”.

También ha puesto voz a la inmigración y los problemas de identidad a los que se enfrenta la clase trabajadora extranjera: “Las segundas generaciones de inmigrantes son españoles y es un problema que no se sientan así. Y deben ser partícipes de la política nacional. Provienen de una clase social castigada y marginada y es importante decirles que forman parte de este proyecto político y de España. Deben estar dentro de las instituciones. Todos somos clase obrera y todos queremos mejorar nuestras condiciones materiales”, ha añadido.

Finalmente, ha sido turno del director de El Jacobino, Guillermo del Valle, quien ha defendido la llegada del proyecto a un proceso electoral: “Seguimos convencidos. No es un capricho, es una necesidad política”, ha añadido.

“No pueden domesticar a El Jacobino. Somos antinacionalistas, de cualquier perímetro y frontera. Defendemos a España sin ningún complejo”, ha reflejado del Valle. “España es una comunidad política, con contenido material. Si no hay dignidad de los españoles, no hay España”, ha rematado el director de El Jacobino antes de terminar un discurso que ha sido recibido con una atronadora ovación.

Y para despedir, Loquillo y La mala reputación.