Cristina Cifuentes ha comparecido ante los medios tras el informe que ha elaborado la UCO. Con una sonrisa en la boca, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha negado por activa y por pasiva que se produjera alguna adjudicación ilegal a una de las empresas de Arturo Fernández. "Les puedo asegurar que he sido inflexible con la corrupción desde el minuto 0", afirma tajante la líder de los populares madrileños. Se jacta de que,d esde que está en el cargo, no ha "tolerado ningún comportamiento relacionado con corrupción" e incluso ha afirmado que "no me tiembla el pulso para acudir a la Fiscalía" si presencia alguna acción corrupta. 

Explica que el proceso de adjudicación del servicio de restauración fue "legal y transparente" y que todas las decisiones se tomaron "en base a informes técnicos". Estas palabras las ha repetido constantemente durante su intervención, aunque sí que ha tenido un momento para valorar el informe de la UCO, que lo califica como "una sucesión de juicios de valor sin fundamento jurídico". "¿De verdad alguien tiene dudas de que yo he cometido un hecho ilícito?" se pregunta Cifuentes, que se responde a sí misma con un rotundo y tajante no. Además recuerda que la Mesa de Contratación estaba formada por políticos de diversas siglas y reitera que las "decisiones tomadas fueron colegiadas"

Por otro lado, Cifuentes considera que se trata de una maniobra política para "intoxicar". "En política no todo vale", señala la presidenta que pide trazar una línea a la par que asegura que sabe en qué "parte de la línea estoy". Cristina Cifuentes se ha mostrado tajante y afirma que no va a consentir que "nadie ponga en cuestión mi honradez". Reconoce que ha podido mantener errores en la gestión aunque mantiene su postura y asegura que "no ha influido en nadie jamás". 

Cifuentes asegura que está en política para "trabajar" y no para "enriquecerme". "Vivo de alquiler, tengo una cuenta corriente mermada, no tengo bienes...", reconoce la presidenta. Cifuentes no va a permitir "que ningún partido político ponga en duda mi honradez" ya que, según la presidenta, "es el mayor valor que tengo". Ha hecho un llamamiento al juego limpio y reconoce que se enfrentará a quien "intente manchar mi nombre". Además, ha pedido la ciudadanía no "se deje intoxicar por aquellos que quieren embarrar".