Mucho antes de que el Ayuntamiento de Madrid se convirtiera en noticia por las constantes trabas a la organización del Orgullo, las políticas regresivas contra las personas LGTBI campaban a sus anchas por las ciudades de la capital. Uno de los últimos problemas viene aparejado con la Librería Berkana y las editoriales Egales y Dos Bigotes.

Cada año organizan la Feria del Libro LGTBI en la calle Augusto Figeroa, siendo el primer año con el que se encuentran problemas. El Ayuntamiento no ha permitidoque tuvieran el despliegue que tienen cada año y se han tenido que conformar con apenas dos mesas que son insuficientes para el volúmen que generan al haber instalado baños portátiles en los lugares en los que siempre se desarrolla el evento.

Mili Hernández, dueña de la librería Berkana y de la editorial Egales criticaba la decisión. "No es un alcalde que representa a todos. Desde el Ayuntamiento se está mandando un mensaje contra nosotros pero no representa a la ciudad de Madrid. La prueba es que las calles de Chueca están llenas de madrileños reivindicando y celebrando", explicaba en declaraciones a ElPlural.com.

Una cuestión que preocupa a muchos. Entre ellos se encuentran David Andújar y David insua. Los influencers y presentadores del poscast Menudo Cuadro se mostraban en contra del Ayuntamiento y sus políticas. "Parece un poco la promesa no cumplida de llevar el Orgullo a la Casa de Campo. Nos quieren apartados, callados y no combativos", indicaba Insua. Por su parte, Andújar resaltaba su "miedo" a lo que puede ocurrir en el Gobierno de cambiar de signo político.

Discursos de odio en las instituciones

Este clima de tensión se incrementa desde las instituciones donde concejales y diputados autonómicos de Vox vierten constantemente ataques contra las personas LGTBI. Uno de los últimos ejemplos es el de Alicia Rubio. La ultraderechista, diputada en la Asamblea de Madrid le dijo a Eduardo Rubiño, presidente del Grupo Parlamentario Más Madrid, que “se cuidara” cuando fuese a las celebraciones del Orgullo este año. “Yo le recomiendo porque, realmente yo al señor Rubiño aunque él a mi me odia yo no le odio, que por favor se cuida en el Orgullo. Cuídense, cuídese durante todas las fiestas del Orgullo. ¿De acuerdo?”. 

Unas palabras que provocaron la indignación de los presentes en la Asamblea de Madrid y a las que el diputado de Más Madrid respondió contundente: “No sé lo que ha insinuado usted aquí hoy cuando me ha dicho que me cuide en el Orgullo. Me parece muy grave que se sobrevuele con el estigma en base a la salud sexual, porque es a lo que usted se estaba refiriendo y lo sabe perfectamente, lo sabe perfectamente”. “¿Sabe de lo que nos tenemos que proteger las personas LGTBI? De personas como ustedes, que solo agitan el odio y la vergüenza”, concluyó el diputado de Más Madrid.

"Tras contestar lo que tenía que contestar me afectó. No por tener que ver conmigo sino por ver cómo Vox resucita estigma de otras décadas al señalar al colectivo LGTBI y relacionarles con el VIH y la Viruela del Mono. Se cruzó un límite gravísimo que debería haber llevado una respuesta del resto de partidos, en especial del PP", expresa Rubiño ahora sobre cómo fue el momento.

"Tenemos una ley avanzadísima que es pionera en España gracias al esfuerzo de los colectivos, pero que es papel mojado desde el primer artículo hasta el último. La Comunidad de Madrid está haciendo todo lo posible por borrar todo lo LGTBI. Lo último que hemos visto es a Ayuso intentando censurar lo que tiene que ver con políticas LGTBI en los libros de texto. No se corresponde con cómo es Madrid, somos abiertos y tolerantes", concluye en declaraciones a ElPlural.com.

Santi Rivero, diputado socialista en la Asamblea critica estas actitudes. "Estar en las instituciones con personas así es incómodo para las personas LGTBI. Compartir espacio con alguien que te considera enfermo y que te quiere llevar a terapia es muy incómodo. También lo es para la propia democracia. La gente con esos discursos no solo atacan a estas personas sino que ataca a los valores con los que hemos construido la sociedad", reconoce sobre cómo es su trabajo en las instituciones.

"En Madrid tenemos dos leyes y el Gobierno no cumple con ninguna de ellas. Tenemos seis años de espera para las operaciones de las personas trans, pero luego archivan cuestiones evidentes como las mal llamadas terapias de conversión", denuncia.