El entusiasmo de la nueva ministra de Justicia, Dolores Delgado en la toma de posesión de su cartera contrastó notablemente con el mal gesto de su antecesor en el cargo, Rafael Catalá, ausente en el acto.

"Soy Dolores Delgado y es un honor estar aquí. Es un verdadero un orgullo" incorporarme a "Justicia, que es lo que he hecho toda mi vida y les aseguro que me encanta", afirmó emocionada la nueva titular, que se definió como una ministra "de trinchera" y desgranó a continuación su programa para el resto de la legislatura, en el que destacó "la transparencia".

El ministro saliente se escudó con un acto en Cuenca
A diferencia del resto de ministros salientes, que acogieron con afecto y cordialidad a sus relevos, Rafael Catalá no asistió por primera vez al acto de traspaso de poderes. El ya extitular de Justicia se excusó con un acto en Cuenca para no hacerle entrega de la cartera a Dolores Delgado ante la vista de todos. En la ceremonia no estuvieron tampoco los familiares de la nueva ministra, quien, no obstante, anunció que "empeño, ganas, ilusión y fuerza" no le van a faltar en "la nueva etapa que arranca", de la que "la sociedad espera mucho". 

La foto de la entrega de la cartera de Justicia por parte de Catalá se realizó en otro momento, sólo para la foto.

Un ministro muy cuestionado

Rafael Catalá, que se convirtió en el primer ministro reprobado por el Congreso en democracia, ha sido muy cuestionado, además, tras conocerse que se reunió con el abogado de la defensa del PP en el caso Gürtel, Jesús Satos, días antes de la demoledora sentencia que condenó al partido y que desencadenó en la moción de censura.

Como adelantó en exclusiva El Plural, Catalá y el abogado se encontraron en el Club de Campo Villa de Madrid para jugar al tenis.