Óscar Puente, alcalde de Valladolid (PSOE), ha abierto la puerta a "explorar un acuerdo" con el PP para facilitar la investidura de Alfonso Fernández Mañueco y que Vox no entre en el gobierno autonómico. "Si el PP se echa en brazos de Vox que no sea porque no se le ha planteado otra posibilidad", ha señalado en una entrevista en Al Rojo Vivo. Sin embargo, rápidamente los socialistas le han cerrado la puerta. Y no solo eso. El Gobierno ha salido en tromba contra la ultraderecha.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, se han pronunciado contra la formación liderada por Santiago Abascal con especial dureza.

"Pensábamos que en nuestro país estábamos vacunados de estos fenómenos de partidos de extrema derecha que emergen, pero parece que no es así.”, ha lamentado Calviño, quien ha admitido estar muy preocupada al respecto.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha felicitado este lunes a Alfonso Fernández Mañueco por ganar las elecciones en Castilla y León, aunque mostrando su "preocupación" por depender en el futuro de un partido como Vox. En una rueda de prensa en la Dirección General de la Policía Nacional, Grande-Marlaska se ha preguntado si el adelanto electoral "ha sido fructífero" para los intereses del PP, al dejar de depender de Ciudadanos para hacerlo de la "extrema derecha”.

El titular del Interior ha habado de la posibilidad, "quizás", de tener que formar un Gobierno de coalición entre PP y Vox en Castilla y León, lamentando que en 2019 Ciudadanos no apoyara una opción "progresista" tras conseguir el PSOE ser la primera opción. "Evidentemente, respeto como procede en una democracia al conjunto de votantes que se manifiestan en unas elecciones, pero para mí es preocupante que los valores que defiende un partido como Vox tengan el respaldo que ayer tuvieron", ha concluido.

Por su parte, Ribera ha expuesto que ahora le toca elegir al que ha ganado las elecciones cómo mueve ficha, "y puede hacerlo como en Francia aplicando el principio republicano, o como en Alemania excluyendo a la extrema derecha para formar gobierno y buscando otras alternativas, o puede echarse en brazos de los antisistema".