El líder de la oposición, Pablo Casado, ha llamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abordar la crisis en Ucrania. Casado le ha trasladado su apoyo, toda vez que comparezca ante el Congreso para ofrecer explicaciones e información.

Casado ha contactado telefónicamente con el líder del Ejecutivo después de que la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, le emplazara a hacerlo: “Basta con levantar el teléfono. No hace falta acudir a los medios de comunicación para pedir una llamada con el presidente”, dijo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Dicho y hecho. El dirigente popular ha recogido el guante y ha contactado con Sánchez para trasladarle el respaldo de su bancada en lo relativo al conflicto en Ucrania y en el marco de actuación de la OTAN. Eso sí, le ha instado a comparecer en la Cámara Baja "en aras de la mayor transparencia en esta crisis", esgrimen desde Génova.

Moncloa ha confirmado los términos de la conversación, que ha durado en torno a 25 minutos. Desde el Gobierno afirman que Sánchez ha explicado a Casado la posición de España, que pivota en torno a garantizar el principio de legalidad internacional, que pasa por respetar la integridad territorial de las naciones, como es el caso de Ucrania. Para ello, el presidente le ha trasladado que "las herramientas necesarias son la unidad en el seno la Unión Europea, así como la coordinación de la UE con la OTAN para garantizar un diálogo exigente con Rusia".

En consonancia con lo expuesto en los últimos días, la prioridad del Gobierno es la disuasión y la desescalada a través de la diplomacia.

Además, Sánchez se ha comprometido a informar puntualmente a todos los grupos parlamentarios a través del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, o del propio presidente del Gobierno “si las circunstancias lo hicieran necesario”.

Otros asuntos

En otro orden de cosas, Sánchez ha solicitado a Casado que ceje en su empeño de poner en duda la gestión de los fondos europeos pues no solo es falaz, sino que mina la imagen de España en el exterior.

Por último, también le ha pedido el voto favorable o la abstención, para que el parlamento respalde y convalide el acuerdo alcanzado entre los agentes económicos y sociales y el Gobierno sobre la reforma laboral.