Carmen Calvo se ha puesto en contacto este jueves con Ciudadanos para conocer su postura de cara a la investidura de Pedro Sánchez. La abstención de la formación naranja se presenta vital para que la aritmética sea favorable a los intereses del presidente del Gobierno en funciones.

El preacuerdo para conformar el primer Gobierno de coalición de la historia de nuestra democracia rubricado por el líder del PSOE y el secretario general de Unidas Podemos fue un paso adelante en la búsqueda del desbloqueo parlamentario. Sin embargo, tras la repetición electoral, sendas fuerzas solo suman 155 escaños, por lo que contar con nuevos socios se presenta vital en las aspiraciones compartidas de Sánchez e Iglesias.

ERC complicó sobremanera el objetivo este miércoles. Al igual que EH Bildu, los soberanistas catalanes someterán su actuación a la militancia, que deberá responder a la siguiente pregunta: “¿Estás de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?”.

Enquistada la situación con las fuerzas catalanas y con la izquierda independentista vasca -hay que recordar que los dos partidos tienen un acuerdo estratégico para actuar en la misma dirección-, el PSOE vuelve a la carga con Ciudadanos. Heridos por las elecciones, y con Albert Rivera -principal valedor del ‘no es no al plan Sánchez’- fuera del mapa, el cambio de estrategia se presupone necesario en la estructura.

No es la primera vez que los naranjas reciben una llamada desde el Gobierno. Tal y como reconoció Inés Arrimadas este miércoles, recibió una llamada esta semana “para ver si nos veíamos”. Sin cerrar la puerta a ningún escenario, la principal candidata para suceder a Rivera en la presidencia de la formación se muestra escéptica con los socios del candidato socialista a la investidura: “Su prioridad es ERC”, declaró en una entrevista concedida a Herrera en COPE.