Un camionero de Valladolid, de 38 años ha presentado una denuncia contra los escoltas de Santiago Abascal. El individuo, que responde a las iniciales R.G., les acusa de golpearlo en reiteradas ocasiones en una estación de servicio de Barcelona después de que éste vertiera críticas hacia el líder de Vox, sin mediar amenaza o actitud agresiva o violenta por su parte. Según el diario El País, en la querella presentada ante los Mossos d’Esquadra, consta que “mientras uno lo sujetaba, otro lo agredió, dándole como unas diez veces golpes en la cabeza con la mano abierta y con el puño cerrado más de cinco golpes en la zona costal”.

El camionero adjuntó a la demanda un parte médico en el que figuran las lesiones provocadas por la agresión de los miembros de seguridad de Abascal. “Contusión costal derecha. Agresión referida”, reza el escrito. Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves 11 de abril, en torno a las 22:30 horas en la estación de servicio El Bruc, en el punto kilométrico 567 de la autopista A-2 en dirección a Lleida, según consta en la querella presentada a la mañana siguiente ante los Mossos. El presidente del partido ultraderechista participó en el acto de presentación de candidatos de su partido a las elecciones catalanas del 12 de mayo dos horas antes, en la Factoría Cultural de Terrasa, a unos 40 kilómetros de distancia con el lugar de los hechos.

El agredido se encontraba en la cafetería de la estación de servicio, cuando abandonó el establecimiento para “salir un momento a fumar”, según consta en la denuncia. En ese momento vio al líder ultraderechista en la puerta: “Que el denunciante hizo el siguiente comentario en voz alta: ‘joder, que me tenga que encontrar yo con este’”. Acto seguido, explica que Abascal estaba rodeado por tres personas, que “lo cogieron y lo llevaron hacia la zona del parking, al lado de una furgoneta de color blanco”. Uno de ellos “le enseñó una credencial de policía, no pudiendo el denunciante ver si era auténtica y de qué cuerpo policial se trataba, ya que sólo fue un instante”.

El relato del camionero

Entonces, los escoltas del dirigente ultra “lo cachearon y le preguntaron si llevaba algo de droga, mientras sacaban todas sus pertenencias y las ponían encima del capó de un coche”. En ese momento, comprobaron que en su DNI figuraba como domicilio Errenteria (Guipuzkoa), localidad donde había residido con anterioridad, por lo que empezaron a llamarlo “etarra”, según sostiene el camionero. Tras 20 minutos de interrogatorio y cacheo, antes de dejarlo ir, lo golpearon.

“Mientras uno lo sujetaba contra la furgoneta, impidiéndole defenderse, el que había enseñado la supuesta credencial de policía le agredió, dándole como unas diez veces golpes en la cabeza con la mano abierta y con el puño cerrado más de cinco golpes en la zona costal. También había un tercer hombre que, mientras se fumaba un cigarro, estaba observando sin actuar”, relata el denunciante en la querella. De hecho, el camionero identificó a este tercer individuo como el jefe nacional de la seguridad de Vox.

El hombre relató que los escoltas del ultraderechista, mientras lo interrogaban, le amenazaron con llamar a la policía, aunque nadie se personó en el lugar. “Cuando me dejaron escapar me escondí”, expone el camionero, quien sostiene que llamó a los Mossos d’Esquadra. Los agentes se personaron en el establecimiento, pero el dirigente de Vox y su guardia pretoriana se habían marchado. Tras relatarles lo acontecido, los agentes le aconsejaron que presentase una denuncia al día siguiente. Por lo tanto, el viernes al mediodía, acudió a la comisaría de Igualada (Barcelona), donde presentó la preceptiva demanda ante la Unidad de Seguridad Ciudadana. Antes, acudió al servicio de urgencias del hospital de la localidad. Allí se le practicó un reconocimiento médico, incluyendo ecografía y rayos X, cuyo diagnóstico viró hacia la “contusión lateral derecha”. Según el médico que le atendió, el paciente argumentó que en la noche anterior le agredieron.

No obstante, según expone El País, desde la policía estructuran una narrativa totalmente diferente a la relatada por el camionero. Según fuentes policiales, cuando Abascal entraba a la cafetería, una persona le increpó, lo que provocó que uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que hace las veces de escolta del líder ultra, indicó al camionero que se apartara y éste reconoció su error. El escolta, según argumentan, llamó a los Mossos d’Esquadra y a la policía local, aunque no supo nada más del asunto. El demandante no cree que nadie de la gasolinera presenciara la agresión, aunque sí espera que las cámaras de seguridad grabasen lo ocurrido.

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