El PSOE ha virado en 72 horas. Del “no tenemos nada que hablar con el Partido Popular” entonado por Patxi López flanqueado por Andrea Fernández el pasado lunes, a abrirse este jueves a negociar con el Partido Popular. La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, han admitido estar dispuestos e, incluso han pedido a los populares que se sumen.

En una entrevista en Onda Cero, Bolaños, ha dicho estar dispuesto a sentarse a hablar con “todos” los partidos, incluido el liderado por Alberto Núñez Feijóo, para corregir los efectos indeseados de la ley del solo sí es sí. “Quiero, como siempre, que salgan adelante todas las iniciativas”, ha justificado.

De su lado, Robles ha animado a la banca popular a prestar su apoyo porque considera que todos los grupos “tienen que aportar” y “cuantas más amplias las miras, mucho mejor”. Eso sí, se ha mostrado dubitativa porque la oposición “nunca ha tenido una labor constructiva”. Como ejemplo, ha recordado que el PP se ha opuesto sistemáticamente a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). “Espero que en lo que queda de legislatura esa labor constructiva se tenga y se deje de obstaculizar”, ha sentenciado en declaraciones a TVE.

Argumento diametralmente opuesto

El pasado lunes, día en que el Grupo Socialista registró su Proposición de ley que recuperaba la horquilla de penas anterior a la ley del solo sí es sí sin tocar el consentimiento aunque introduciendo el concepto de violencia o intimidación; el discurso era diametralmente opuesto.

Patxi López, portavoz parlamentario, compareció junto a la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, para explicar la iniciativa y poner negro sobre blanco que buscarían el apoyo de la “mayoría progresista” porque apuestan por reformar la ley con los que la respaldaron en un principio. López abundó en que las derechas nunca quisieron un articulado que protegiera a las mujeres. En consecuencia, “no tenemos nada que hablar con el PP”, dijo.

Este jueves, la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha apuntado que aún no les ha contactado el PSOE para solicitarles formalmente su apoyo.

Plácet de Igualdad

A pocos días para que la Mesa del Congreso califique el próximo martes la Proposición de ley del PSOE para reformar la ley del solo sí es sí las negociaciones en la coalición están rotas. Así lo ha confirmado la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien en una entrevista en la Cadena SER ha admitido que no habla con Pilar Llop, ministra de Justicia, desde el pasado lunes. Tal y como informó ElPlural.com, los socialistas ni siquiera avisaron a los morados antes de registrar la iniciativa el lunes y, desde entonces, la comunicación es inexistente tanto a nivel parlamentario, como orgánico, como como monclovita. Esta fractura imposibilita que los socios habituales presten sus bancadas ya que todos ellos han trasladado a Pedro Sánchez que sin el plácet de Igualdad no entonarán el ‘sí’.

El diputado y portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Patxi López, garantizó en hasta dos y tres ocasiones, por si quedara alguna duda no resuelta, que no tienen nada que negociar con el Partido Popular pese a que se abrieron a aceptar la PL para reformar la ley del solo sí es sí. Su objetivo, según López, pasa por lubricar el bloque progresista y aprobarla con los mismos aliados que apoyaron la ley primigenia del solo sí es sí.

Unidas Podemos da por hecho que atesora el respaldo de los Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH BilduMás PaísCompromís y compañía, pero lo cierto es que ninguno de ellos se ha pronunciado de forma clarividente en contra de la Proposición de ley a excepción de la izquierda abertzale. EH Bildu ha trasladado a este periódico que están analizando la propuesta con detenimiento y que están “dispuestos a retocar quirúrgicamente la ley” toda vez que el consentimiento se mantenga en el núcleo de la misma. No obstante, por lo pronto, la iniciativa socialista no les satisface. Bel Pozueta, diputada de EH Bildu y su portavoz de Igualdad, ha denunciado que sí que interpreta que se ha dado un “paso atrás” porque “si para que el consentimiento sea efectivo y los jueces crean a las víctimas tienen que demostrar signos de violencia, volveremos al modelo anterior”. Además, la solución debe estar consensuada con Igualdad, un extremo que comparten el resto de socios.

El diputado y portavoz parlamentario de Esquerra, Gabriel Rufián, destacó el martes que la ley era absolutamente necesaria, “la más necesaria de la historia, que se hizo con precipitación porque “se quería frenar las violencias” y que, por supuesto, es una ley perfectible. En consecuencia, enmarco las dispuestas en la más absoluta normalidad, ahora bien, cree que “se podía haber evitado la tormenta” si la partida se hubiera disputado en privado y no agitado a nivel público como se ha hecho en los últimos días, con dardos entre Justicia e Igualdad. “No conviene fomentar el ruido”, reiteró, entre otras cosas, porque las negociaciones son sobre asuntos técnicos para proteger a las mujeres. Rufián no manifestó una posición clara más allá de exigir prudencia en las declaraciones y privacidad en las negociaciones. Pidió a todas las fuerzas progresistas una mesa para negociar y ayudar a mejorar la ley mediante enmiendas a la proposición socialista; toda vez que se preserve la premisa de no recuperar el “infierno del calvario probatorio”.

Rufián confesó que “sí que ha habido una llamada del PSOE”, llamada que también ha recibido Íñigo Errejón. El líder de Más País conversó el miércoles con María Jesús Montero, que le trató de convencer explicándole en qué consistía la PL. Incursión infructuosa, porque como ERC y EH Bildu, ve un “despropósito” que el ala socialista se haya movido en solitario y sin el beneplácito de Igualdad, que consideran condición sine qua non.

Errejón tampoco se ha pronunciado sobre la proposición de ley, que está analizándola y por el momento se limita a exigir un acuerdo PSOE-Unidas Podemos porque el asunto es lo suficientemente delicado y complejo como para convertirlo “en un caballo de batalla”. “Es un asunto demasiado importante como para que el Gobierno traiga como Gobierno una propuesta que aun la necesidad de mantener el consentimiento con evitar rebajas de penas. Y que la traiga sin ruido para que salga con el mismo apoyo que la que aprobamos”, aseveró el martes en rueda de prensa.

Por su parte, Joan Baldoví, de Compromís, aseguró estar “consternado” por cómo una ley tan útil y necesaria ha acabado con “una pugna de los socios de Gobierno con mensajes cruzados y con una derecha utilizando a todo trapo este tema para desacreditarla”. A su juicio, es “evidente” que hay que “hacer algo, pero no así ni de esta manera”. Al igual que Rufián y Errejón, se escudó en que están estudiando la PL y ponen como condición que no se modifique el consentimiento. Y también de la misma forma, urgió a rebajar el tono para no contribuir al “ruido” y que PSOE y Unidas Podemos, “por responsabilidad”, “presenten un texto acordado”. Así las cosas, al PSOE parece que solo le queda la bancada de la derecha, dispuesta a facilitar la aprobación de su PL. La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, dispuso sus votos y su homólogo en Vox, Iván Espinosa de los Monteros, deslizó que se abstendrían porque ven positiva la subida de penas, pero “no blanquearemos a Sánchez”.