Algo le debe estar sucediendo al felpudo mediático de Aznar para que haya osado abrir la boca de forma tan “estentórea” en menos de 24 horas, él que generalmente se encuentra feliz en el desenfilada, cuando generalmente su acreditada boquita de piñón (en FAES, en la Mutua Madrileña, en Murcia y en Serrano 50, hasta hace poco cuartel general de El Bigotes) la pone a buen recaudo, porque no es valentía lo que más distingue a tan viscoso y relamido personaje.

La libertad de Ana Pastor
Pues bien, ha bastado que Ana Pastor, la de TVE -no confundir con la política del PP-, haya reivindicado su “etapa de libertad” en la tele estatal pública, para que aprovechando los micrófonos eclesiásticos que le reportan 1,8 millones de euros, este perillancete de la cosa, se pronunciara de la siguiente guisa:

- “Yo he estado en TVE con gobiernos socialistas y populares y todos manipulan. O ninguno manipula….Yo estuve dos años como director de informativos y nadie me obligó a nada o me coaccionó. Hice lo que quise hacer en cada momento…Nunca me sentí coaccionado por nadie…”

La carcajada se ha oido en Finisterre y a la vez en Tarifa.

Descaro
¿Se puede encontrar mayor desfachatez o mayor mentira? Lo dice, además, desde un púlpito católico donde reza la mayor: la verdad os hará libres.

Pero si todo el mundo recuerda la tele en blanco y negro que se hizo en ese periodo, por cierto, donde su socio y amigo Jorge Sánchez-Gallo empezó a forrarse. Y por lo tanto Buruaga mismo. Tiene tal caradura el tal Buruaga que manipulaba, incluso, y muy especialmente en Antena 3. Ya he contado aquí el rifirrafe con Fernando Onega cuando informó del cese de Rodríguez como portavoz del gobierno “por motivos personales”, el escándalo consiguiente en la cadena privada y la liquidación posterior de excelentes profesionales independientes y honrados.

¡No tiene un pase!

Botella le deja en evidencia
Claro, que aquella etapa de periodismo servil al señor del bigote, ha sido magistralmente descrita por la “zarina” Botella que entonces era un punto de referencia inexcusable de poder.

“Al único que nunca había que llamar era a Ernesto Saénz de Buruaga; sabía perfectamente lo que tenía que hacer en todo momento…” Botella dixit.

¿Acaso se puede encontrar un alegato más aterrador de la “independencia” del conocido ya en ambientes profesionales como “jeta de Miranda”?

Hay más. Cuando Jose María García le pide a Aznar la cabeza del botijero, por “incompetente”, el entonces mandarín gubernamental responde: “Es el único que no me ha fallado nunca…”

¿Acaso hacen falta más alegatos acerca de su independencia?

Milagros
Desde Roma, ¡no podía ser de otra forma!, Buruaga ha escrito esto: “creo en los milagros”. El jurdó que se lleva de la cadena católica bien vale una confesión. Pero, sinceramente, creo que por una vez ha dicho una verdad en su vida.

Se debe referir a cómo es posible que con su talento literario, sus conocimientos académicos, su estilo cansino y monótono, su cobardía congénita para casi todo, este chico mediocre de Miranda de Ebro haya podido acceder a los cargos que conlleva y sobre todo, alardear de esa enorme y abigarrada cuenta corriente que amasó y que amasa. ¡Milagro!

Algo habrá tenido que ver en ese milagro el reciente beato Juan Pablo II. Porque el milagro de Valencia, el de los nueve millones de euros que se embolsaron los chicos de Gürtel a propósito de la visita de Benedicto XVI, pertenece al Papa Ratzinger. Y el cerebro fue su amigo Alvarito Pérez, conocido entre la peña como El Bigotes.

¡Vivir para oír!

Graciano Palomo es periodista y escritor, director de FUNDALIA y editor de IBERCAMPUS.ES