Restan cinco días para salir de dudas. O no... Las encuestas dibujan un panorama de bloqueo en Cataluña tras el 12 de mayo. En el debate de LaSexta ya se pudo comprobar la estrategia común para limar las aspiraciones de un Salvador Illa que pivota sobre el eje ideológico. PP y Vox lo señalan como un cooperador necesario del independentismo, mientras que desde el lado soberanista, concretamente desde Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), no sólo se le atribuye un inexistente compromiso con la autonomía catalana, sino que además Pere Aragonès hace esfuerzos por dibujarlo como un actor derechizado. “El PSC es el menos catalanista y el que está más a la derecha de su historia”.

Estas han sido las palabras escogidas por Pere Aragonès, candidato de ERC a la reelección, cuando se le ha puesto encima de la mesa un posible acuerdo con el PSC de Salvador Illa en la Cadena SER. El líder de los republicanos, que se ha limitado a subrayar el talante propositivo de su campaña frente a los vetos cruzados, no ha cerrado la puerta a un pacto progresista con los socialistas. Inmerso en el juego de equilibrios entre el progresismo y el independentismo, pese a remarcar que ambas facetas van de la mano, no ha descartado tampoco la vía de un Carles Puigdemont al que el atribuye cierta improvisación. Ante la amenaza real de una repetición electoral, el president ha defendido que tras el 12M se abre “un camino nuevo”, aunque éste debe estar sujeto a “propuestas concretas”.

El candidato republicano no quiere fiarse de las encuestas. Lo primero que ha espetado ante los micrófonos de Hoy por hoy, de hecho, ha sido que si por ellas fuera el presidente del Gobierno sería Alberto Núñez Feijóo y no Pedro Sánchez. Aragonès dedica estos últimos días de campaña a atraer a su vera a los indecisos del espectro progresista e independentista, manteniendo una dura batalla con Salvador Illa en primer término y con Carles Puigdemont. El president de la Generalitat sabe que parte con la desventaja del desgaste de tres años al frente del Govern, pero a su vez se aferra a los “logros” conseguidos durante estos tres años para amortiguarlo. “Hemos abierto camino en unas circunstancias difíciles. Lo fácil es ir en el pelotón, quien lidera la carrera es quien encuentra dificultades”, ha argumentado.

En estos términos se ha referido a la postura mantenida con el Estado, a diferencia de la “confrontación” a la que apelaban desde Junts. Aragonès saca pecho por haber liderado la vía de la “negociación” y de la búsqueda de una salida democrática al conflicto catalán. Ese es un camino que le niega a Salvador Illa porque, en suma, son el “mismo proyecto político”, en un intento por desdibujar el peso específico que podría tener el líder del PSC como president autonómico. Un escenario en el que se no se contemplaría la vía del referéndum o consulta, la financiación y el estado del bienestar y lengua catalana. “Cuanto más fuertes seamos, más aseguraremos estos objetivos en la próxima legislatura”, ha resumido.

Todo abierto

Pese a todo, las encuestas amenazan de una posible situación de bloqueo en Cataluña, con la bifurcación entre un Govern progresista o mantenerse en la autopista del soberanismo. Para la primera opción sería necesaria la cooperación de un PSC, al que todos tienen como el enemigo a la batir: la derecha, por ser un engranaje del soberanismo y, en paralelo, el independentismo al meterlo en el saco de PP y Vox.

En esta diatriba se mueve el president de la Generalitat que, si bien no ha cerrado la puerta a un posible acuerdo con los socialistas catalanes, sí ha cargado contra una formación que entiende como contraria a las conquistas sociales y a la reivindicación de la lengua catalana. Lo que sí ha rechazado es la reedición de un tripartito. Aragonès considera que el PSC de Salvador Illa es “el menos catalanista de la historia”, además de responsabilizarle de “derechizar” a la formación progresista: “Es el que está más a la derecha, sin duda”.

“Que se pongan el nombre que quieran, pero están en contra de limitar el alquiler de temporada, de limitar los precios del alquiler en Cataluña, quiere desarrollar estructuras obviando el cambio climático… No creo que sea el modelo de izquierdas que la gente progresista quiera”, ha advertido un Aragonès que, pese a todo, ha supeditado cualquier acuerdo a las “propuestas que haya sobre la mesa” tras el 12 de mayo. “Si hablamos de propuestas es más fácil construir consensos. Si hablamos de sillas o con base a prejuicios, nos llevará a un bloqueo”, ha remarcado.

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