El president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, ha advertido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en caso de que no investigue el espionaje a más de 60 líderes independentistas y se asuman responsabilidades, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) romperá la baraja y la legislatura quedará en el limbo. Así lo ha avanzado en una entrevista en la Cadena SER previa reunión en Madrid con los diferentes partidos afectados por Pegasus.

Aragonès ha confesado que se ha mensajeado con Sánchez, a quien ha trasladado la imperiosa necesidad de abordar el asunto en una reunión al más alto nivel: “El asunto es lo suficientemente grave como para abordarlo desde las máximas responsabilidades. Espero que el encuentro sea en los próximos días”.

El dirigente independentista ha exigido tres condiciones para recuperar la confianza mutua. Solicita, en primer lugar, una investigación interna con supervisión independiente que evalúe al Gobierno, al CNI y, si fuera necesario, a Interior. Urge también la creación de una comisión en el Congreso que ya ha sido registrada conjuntamente por ERC, Junts, CUP, BNG, PNV, PDeCat, Más País, Compromís e incluso Unidas Podemos. Por último, exige depurar responsabilidades.

Preguntado sobre si se valoran dimisiones, el president ha sido clarividente: “Evidentemente”. “Pero antes, debemos saber quién ha autorizado o quién ha tenido conocimiento y no ha actuado”, ha puntualizado.

Aragonés ha esgrimido que la investigación ha de dilucidar “quién” ha espiado, puesto que se trata de “un software que solo puede ser adquirido por organismos estatales”; “por qué, qué datos se han utilizado y con qué autorización”. “No estamos diciendo que sea el Gobierno. Activar ese software [Pegasus] no es barato, se han autorizado recursos económicos y humanos. ¿Qué Estado puede estar interesado en espiar a más de 60 personas vinculadas al movimiento independentista? Apunta a España. Sabemos que el CNI adquirió este software. Es imprescindible que haya todas las explicaciones”, ha precisado.

A su juicio, es vital aclarar si los servicios de inteligencia contaban con una orden judicial que estuviera motivada. “¿Por qué se me espía? Estaba [en aquel momento] negociando la investidura de Sánchez. ¿Esto es indicio de actividad criminal? ¿Ser independentista es delito? ¿Es indicidio suficiente para que invadan tu privacidad?”, se ha preguntado; censurando que “en mi teléfono móvil también tengo datos personales, fotos de mi familia, la aplicación de la guardería de mi hija, apps bancarias, chats de mi entorno… Toda esta gente se ha visto expuesta”.

También ha cargado contra el Gobierno porque, hasta la fecha, se ha sacudido las responsabilidades amparándose en que no se puede desvelar la actividad del CNI: “Sus declaraciones son contraproducentes. Decir que el CNI no se puede defender… ¿Y los ciudadanos? ¿Y los derechos básicos de la intimidad y la privacidad¿”.

En suma, Aragonés ha admitido que la confianza con el Gobierno se ha quebrado y hasta que no se responda a todas las preguntas y se asuman responsabilidades, la estabilidad de la legislatura estará en jaque: “No trabajamos por esta ruptura, pero la pelota no está en nuestro tejado”.

El líder independentista ha explicado que tuvo conocimiento del espionaje en julio del año 2020, cuando trascendió que el entonces president del Parlament, Roger Torrent, y Ernest Maragall habían sido espiados: “Empezamos a hablar con CitizenLab e intercambiamos información y se nos confirmó que sí, que nuestros móviles habían sido infectados. Cuando nos explican la magnitud vemos la gravedad del asunto. Desde entornos familiares, abogados y los últimos cuatro presidentes de la Generalitat. No tenemos nuestros derechos protegidos”.