La decisión de Ana Botella de tener controlados a las personas sin techo genera la duda sobre si verdaderamente tiene intención de buscar soluciones a este delicado problema o si intenta deshacerse del problema. Todavía no hace un año desde que su antecesor en el cargo, Alberto Ruiz-Gallardón propuso al PP una ley estatal para que los mendigos "salgan de la vía pública".

Tener localizados a los sin techo
El objetivo del estudio encargado por Botella es, según alega, conseguir "una fotografía nocturna de lo que ocurre en las calles de la ciudad con las personas sin hogar". Con ello espera tener una “localización” de esos ciudadanos como “una vía para que todos tomemos conciencia del problema y eso nos permita ser más realistas y más sensibles con los desafíos que tenemos en nuestra ciudad", ha dicho la alcaldesa.

La salvaguarda de los derechos de esas personas
Ana Botella ha asegurado que a pesar de esa “radiografía" se tendrá "muy en cuenta la salvaguarda de la intimidad y los derechos de las personas sin hogar" por la "sencilla razón" de que el Ayuntamiento "respeta" su dignidad y ha agregado que contará con expertos universitarios y representantes de ONG.

¿Buenas intenciones?
Pero las buenas intenciones expuestas ahora por la nueva alcaldesa, que son, por cierto, escasas, dado que, según sus declaraciones, buscan tomar "conciencia" del problema, tienen el precedente de que hace solo dos años la entonces delegada de Medio Ambiente usó a las personas sin techo como pretexto para defender su gestión ante las críticas de la oposición por la suciedad de las calles de la capital.

Botella defendió su gestión a costa de los sin techo
La entonces delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid señaló “los 60 puntos donde pernoctan más de 200 personas" en la calle como una "dificultad añadida" para mantener la limpieza del distrito Centro.

Botella contestaba así, en la comisión de Medio Ambiente, a la portavoz de IU Raquel López, que mostró una serie de fotografías con calles del Centro, las más interiores y no tan turísticas, especialmente sucias y con malos olores.

Un argumento surrealista
La portavoz de IU, tras las explicaciones dadas por Ana Botella, tachó de "surrealista" que justificara el diferente trato de las calles de este distrito por la presencia de personas sin hogar.