John Dalhuisen, Director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional señala: "Los trágicos acontecimientos de París han repugnado y dejado atónito al mundo, y nuestros corazones y pensamientos están con todas las personas afectadas por estos atroces atentados. A la amenaza del terrorismo siempre se debe responder con firmeza y con el máximo respeto por la seguridad y los derechos humanos".
“Ahora es también el momento de que los líderes mundiales demuestren su altura como estadistas y se nieguen a ceder a la retórica contra los refugiados que ya surge en algunos sectores. Es preciso recordar que muchas de las personas que están intentando llegar a un lugar seguro han huido de la violencia, el temor y el conflicto en Siria e Irak, en muchos casos ejercidos por el mismo grupo conocido como Estado Islámico", prosigue Dalhuisen.
“En este momento, Europa se enfrenta a dos retos urgentes. El primero es la amenaza del terrorismo, que viene de largo. El segundo, más reciente, es el aumento del número de personas refugiadas y solicitantes de asilo en sus fronteras. Son dos cosas distintas, y sólo una de ellas constituye una amenaza. Los dirigentes europeos deben distinguir cuidadosamente entre ambas, y tener claro que lo mejor para la seguridad de Europa no es dar la espalda a una crisis global de refugiados, sino garantizar la entrada ordenada, organizada y humanitaria de personas que huyen de horrores similares".
No confundir terroristas con refugiados
También el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker pedía este domingo desde Turquía a todos en Europa "no confundir" a los terroristas que perpetraron la cadena de atentados del viernes en París con los refugiados que "huyen de la filosofía y mentalidad que inspiran" estos actos.
"Ellos son criminales y no refugiados", afirmó el presidente de la Comisión, en referencia al hecho que dos de los supuestos atacantes de París podrían haber llegado a Europa a través de la "ruta balcánica" que usan los refugiados desde hace meses.
Cierre de fronteras
Tras los atentados del pasado viernes, el presidente francés, Françoise Hollande, declaró el estado de emergencia, anunció el cierre de las fronteras y el despliegue de militares por todo el país. El líder del partido conservador Los Republicanos y expresidente francés, Nicolas Sarkozy, pedía cambios en materia de seguridad para garantizar los atentados que no vuelven a repetirse."Nuestra política exterior debe integrar el hecho de que estamos en guerra, y la de seguridad interior también", afirmó Sarkozy.
Y la líder del partido de ultraderecha francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, aseguraraba que varios terroristas pueden haberse "deslizado" entre los inmigrantes llegados a Europa y "la dispersión de esos inmigrantes en diferentes municipios de Francia" dan motivos a la población "para temer" por su seguridad. "Esto demuestra la eficacia del control de nuestras fronteras", agregaba Le Pen.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, aseguraba esta mañana en Los Desayunos de RTVE que los atentados del pasado viernes en Francia "no deberían" modificar la política de la UE en relación al reparto de los refugiados procedentes de Siria porque "son personas perfectamente identificadas".
El gobierno español celebraba este lunes la segunda reunión de coordinación y seguimiento de actuaciones tras los atentados de París, en la que ha analizado el refuerzo de la vigilancia y el control fronterizo y la situación de los españoles afectados por los ataques.La vicepresidenta, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha presidido la segunda reunión de esa comisión de seguimiento de las medidas adoptadas en colaboración con las autoridades francesas.A la reunión han asistido el director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, y los secretarios de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, y de Seguridad, Francisco Martínez.
