Durante la comparecencia ante el pleno de la Asamblea de MadridCristina Cifuentes se sacudió las acusaciones sobre las irregularidades de su Máster señalando a la Universidad Rey Juan Carlos I. La presidenta de la Comunidad de Madrid insiste en el error informático y pide a la universidad que lo explique y que, si encuentra su TFM, que lo haga público. Independientemente del desenlace de este quilombo, el prestigio de la Universidad pública está en serio riesgo. El propio Ángel Gabilondo pidió a Cifuentes que “no arrastre a la región” porque “no solo está en juego su credibilidad”, sino el de las instituciones madrileñas. En este sentido, alumnos de la URJC ya aquejan las consecuencias de las dudas que ha suscitado el caso Cifuentes.

El Plural ha podido hablar con estudiantes que han pasado por las aulas de la URJC y con alumnos que aún no han finalizado sus estudios. Entre ellos, algunos se lo toman con humor, pero otros, con la faz mucho más seria, critican a la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Un antiguo alumno de la Facultad de Vicálvaro (al que llamaremos Antonio -nombre ficticio-) dice que “el daño ya está hecho” porque le molesta el simple hecho “de que hagan bromas con mi titulación”: “Si el mercado laboral ya es complicado, imagínate ahora para los que tenemos el título en la URJC. Solo espero que no se valore negativamente”.

Una compañera de Antonio, visiblemente más cabreada por el tono de sus palabras durante la conversación, dice: “Con el esfuerzo que me ha costado a mí sacarme la carrera y el esfuerzo de mis padres para pagarla, ¿cómo crees que me sienta esto?”. Esta misma persona relató que el día que trascendió el escándalo hasta su madre estaba preocupada: "Cuando llegué a casa me preguntó si podía afectarme a mí".

Las declaraciones aquí recogidas fueron fruto de una conversación entre varios amigos que estudiaron juntos en la URJC. Y todos ellos hacían hincapié en que “ya da igual cómo se resuelva esto” porque “las dudas están ahí”. Uno de los participantes, en tono irónico y con el fin de quitar hierro al asunto, espetó: “Al menos el Máster lo hice en otra universidad…”.

La preocupación es latente, y en juego, nada más ni nada menos que el prestigio de una universidad pública. Lluís Orriols, Doctor por la Universidad de Oxford y profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, ha publicado una serie de mensajes en su cuenta oficial de Twitter en la que pide a la universidad que “depure responsabilidades”.

Pero no es el único que opina en este sentido. El magistrado del TSJ Andalucía y profesor en Derecho Civil en UGR, Miguel Pasquau Liaño, se pregunta: “¿Qué hacemos con esa Universidad?”.

Cifuentes ha conseguido que se ponga en tela de juicio los títulos expedidos por una universidad pública como la URJC, que año tras año promociona miles de alumnos. ¿Y ahora qué? ¿Cómo y quién va a reparar el daño?