Albert Rivera sobre pactar con los ultras: “Cuando se pone sobre la mesa esa cantidad de dinero te lo planteas”

Este jueves, Ciudadanos se hacía con la presidencia de la Mesa del Parlamento de Andalucía. Un puesto que ya ocupa su diputada Marta Bosquet tras pactar con el Partido Popular y Vox, asumiendo así las condiciones que el partido de extrema derecha había impuesto.

“No ha sido fácil (…) Lo más complicado era lo más obvio: que entendiesen que no íbamos a aceptar ese desprecio, ese ninguneo (…) La última condición era que nos pidieran formalmente el voto, porque no se dignaban ni a pedirnos ese voto”, explicaba el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, minutos después de que se oficializase el acuerdo entre las derechas en Andalucía.

Temor a no parecer de centro

Tal y como ha ido informando estos días ElPlural.com, Ciudadanos dudaba de la conveniencia de alcanzar un acuerdo con Vox. Desde un primer momento eran conscientes de que necesitaban los votos de los ultras para hacerse con la presidencia de la Mesa del Parlamento andaluz, así como con futuros puestos claves del gobierno de Andalucía (vicepresidencia y consejerías claves incluidas).

Sin embargo, desde la formación naranja tenían pavor a que su posición de partido centrista saltase por los aires, renunciando de este modo a buena parte de su electorado que se sitúa en posiciones progresistas, moderadas y obviamente muy alejadas del ideario ultra de la formación de Santiago Abascal.

Ha sido un pacto complicado sobre el que este periódico ha publicado lo que Ciudadanos y Vox no han contado a la opinión pública.

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En declaraciones a ElPlural.com, un dirigente de Ciudadanos lamentaba este jueves off the record lo sucedido en Andalucía, comparando el actual pacto con Abascal con lo sucedido en su día con Libertas. Y es que antes de de Vox, Ciudadanos ya pactó con la extrema derecha.

Ciudadanos reincide

En su día, ElPlural.com ya desveló el oscuro pacto alcanzado entre Albert Rivera y Declan Ganley –“el millonario irlandés que “financió” a Ciudadanos”- para concurrir a las elecciones europeas de 2009.

“Declan Ganley era una oportunidad de oro, un multimillonario de chequera fácil y Albert Rivera estaba bien dispuesto a cambiar de principios y a pasar del centroizquierda proclamado a la derecha euroescéptica y confesionalmente católica”, denunció Enrique de Diego, ex periodista de Intereconomía, en ElPlural.com.

Acusaciones que cobraron sentido a tenor de lo expuesto por el propio Albert Rivera en 2009. En declaraciones al diario El Mundo, el líder de Ciudadanos reconoció que “cuando se pone sobre la mesa esa cantidad de dinero te lo planteas. Es uno de los parámetros que hemos tenido en cuenta”.

Así se expresaba el líder de Ciudadanos en un artículo publicado por el diario de Unidad Editorial titulado “Ciudadanos al desnudo por dinero”. Firmado por Javier Gómez, El Mundo informaba del pacto que Rivera había alcanzado” con Miguel Durán y Declan Galney, un irlandés al que le van bien las esdrújulas: “ultracatólico, estrambótico y forradísimo”.