Que Albert Rivera tiene un problema con la lucha de clases es algo evidente. Ya en 2015, el líder de Ciudadanos proclamó que en su formación “no somos un partido de clases”. Al parecer, son un partido de una clase, un gran saco que hace ya tiempo que definió como “clase media trabajadora”. Pero hoy ha ido un paso más allá al incluir en esa categoría a todas las personas que cobran menos de 1.000 euros al mes.

 

Teniendo en cuenta que en 2016 el umbral de pobreza estaba situado en 684 euros al mes, la línea entre ser pobre y clase media debe ser muy fina para Rivera, lo que ha provocado varias respuestas en redes sociales.