Se podría decir que, a simple vista, el líder de Vox, Santiago Abascal, y el excomisario en prisión José Manuel Villarejo, no tienen demasiados nexos de unión; pero sería obviar un detalle clave: ambos son dos engranajes más que conforman el grupo de personas que ponen su empeño en seguir negando la realidad y en difundir las teorías conspiranoicas sobre la autoría del 11M.

Junto a Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos, los agitadores tradicionales y principales, Villarejo y el líder del partido ultraderechista han pedido en varias ocasiones que se reabran las investigaciones sobre el mayor atentado que ha sufrido España. En su opinión, se cerraron en falso. No se contó la verdad.

No han dudado en poner en duda que los responsables de la tragedia fueran los yihadistas. Incluso, han apostado por olvidar que el propio emir de Al Qaeda en el Magreb Islámico en aquella época, Abdelmalek Droukdel, reivindicó la autoría en una entrevista a Inspire explicando que 11M fue una "represalia" contra las políticas de Aznar.

Para ellos, es más fácil y puede que beneficioso, asegurar que fue una especie de teatrillo que buscaba el cambio de Gobierno y en el que ETA tuvo mucho que ver. Tal y como dijo el exdiputado Jaime Ignacio del Burgo, el que fuera portavoz del PP en la comisión de investigación del 11M en el Congreso, “el 11M se concibió para provocar un vuelco electoral y permitió a Zapatero imponer sus postulados radicales”.

193 muertos, 2.057 heridos y Abascal pide la otra verdad

Francisco Serrano, Javier Ortega y Santiago Abascal, de Vox. EP

Pero el 11 de marzo de 2004 fue mucho más que un teatrillo, más que una conspiración para apartar al PP del Gobierno. Ese día, cambio la vida de los madrileños y de toda España.

193 personas fueron asesinadas y otras 2.057 resultaron heridas de diversa consideración. Muchas, 15 años después, no se han recuperado, ni lo harán nunca.

Sin embargo, el ahora político de moda mediáticamente, Santiago Abascal, y su partido, Vox, no cesan de pedir que se investigue para saber lo que ellos consideran la verdad.

“Somos diferentes de aquellos que no quieren saber la verdad o no les interesa la verdad sobre el mayor atentado de la historia de España”, dijo Abascal el 3 de junio de 2014, en la víspera de la asamblea extraordinaria donde Vox se definió. Allí, exigieron que se investigara “detrás de cada escombro y debajo de cada amasijo de hierros”.

Años después, la formación sigue defendiendo el mismo discurso. Según recuerda Enrique de Diego, el director del diario de ultra derecha Rambla Libre, en la web de Vox se pueden ver unas declaraciones de Javier Ortega Smith que rezan lo siguiente: “La Justicia debe cumplir con su obligación moral de investigar los trágicos atentados de Atocha hasta llegar a una verdad certera y no a una versión dudosa. Es necesario promover una investigación a fondo con voluntad decidida y firme para conocer la verdad última de los atentados del 11M”.

Rambla Libre lo recuerda en una dura carta escrita por su director en la que le reclama a Abascal que pida perdón a las víctimas del 11M por unirse a las teorías de la conspiración. Ni siquiera un medio de su misma ideología compra sus tesis imposibles.

Villarejo pide desclasificar el 11M

El excomisario José Manuel Villarejo a la salida de un juzgado.

Las teorías de la conspiración de Losantos, Pedro J., Abascal y ahora Villarejo tuvieron otras consecuencias.

No se puede olvidar la campaña de desprestigio que sufrió Rodolfo Ruiz, el comisario de Vallecas en los atentados de 2004. Se llegó a publicar que la mochila de explosivos hallada en su comisaría la había colocado él, que su intención era desviar la atención sobre ETA. La realidad es que la Justicia demostró que todo era mentira, pero la presión fue tal que la esposa del comisario acabó suicidándose.

Pese a ello, los engranajes oscuros de esta teoría de la conspiración materializados en personas, siguen insistiendo.

El lunes, escuchamos cómo el excomisario Villarejo anunciaba que pediría al Consejo de Ministros que se desclasificara toda la información relacionada con el 11M porque, en su opinión, "se cerró en falso" por intereses económicos ocultos. Sólo así, se ofrece a contar todo lo que sabe sobre el atentado, una amenaza más de este excomisario ahora en prisión.

“Queda mucha información que según ha manifestado el señor Villarejo, debe desclasificarse sobre el origen, los intereses nacionales e internacionales, los intereses económicos que se derivaron de ese acto terrorista", dijo su abogado, vinculando el suceso con las escuchas e investigaciones de su defendido para el BBVA que se investigan en la Operación Trampa. "No es simplemente un encargo profesional privado y detrás del mismo hay intereses estratégicos del Estado". "Se aprovecha una coyuntura donde el BBVA necesita una información, nada más que esto, de carácter defensivo para una operación de Estado", añadió.

Tras estas palabras, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) no ha tardado en pedir que no se "frivolice" con el 11M y que se investigue "hasta el final" en la Audiencia Nacional las declaraciones realizadas por Villarejo.