El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha comparecido ante los medios de comunicación tras la Ejecutiva Federal. Durante la rueda de prensa, Sánchez ha anunciado que se ha aprobado el “Plan de choque contra la precariedad”, al tiempo que se ha posicionado sobre numerosos asuntos, como el impuesto a la banca y el auge de Ciudadanos.

Con respecto a la subida de los de Albert Rivera en las encuestas, que le roba el 23% de los votos al PP y se sitúa en la cabeza en número de votos (según las últimas encuestas), Sánchez ha señalado que “el Gobierno” está en “estado de shock” y lo único que teme es que “la guerra fría entre estos dos partidos tenga una víctima: la sociedad española”.

Pedro Sánchez ha insistido que “el PSOE aspira a representar al centro-izquierda y a la izquierda”, pero que “es evidente que existe” una fuga de votos y “tendremos que trabajar” para paliarlo: “Quedan dos años. Es una maratón y me gusta correr maratones”.

Asimismo, ha puesto el foco en que “el PSOE es la única alternativa para ganar a la derecha bicéfala”.

El secretario general del PSOE ha insistido en su propuesta (que Podemos le ha recriminado que se la ha copiado) de gravar un impuesto a la banca para pagar las pensiones: “No es cuestión de derecha o izquierda, es cuestión de justicia social: rescate por rescate”. En este sentido, ha asegurado que a pesar de no conocer el cuerpo normativo que presentarán los de Pablo Iglesias, “lo apoyaremos”.

En referencia a la sentencia del caso Palau que salpica a CDC  y el inicio del juicio por la presunta financiación irregular del PP de la Comunidad Valenciana, ha mencionado que algunos partidos han confundido "patria con patrimonio".

Sánchez ha denunciado la "grave hipocresía" de la derecha, ya sea española o catalana, que "se envolvía en la bandera" pero después "esquilmaba" el patrimonio público. A su juicio, más allá de las implicaciones judiciales de ambos casos, aún quedan por dirimir "muchas responsabilidades políticas" en ambos partidos.


En cualquier caso, Sánchez cree que tanto el caso Palau como la financiación irregular del PP han dado una "gran lección" a los ciudadanos y es que "algunos políticos que confunden patria con patrimonio" después llevan ese dinero robado a paraísos fiscales.