La Policía Municipal de Madrid impide desde hace varias semanas que las estatuas humanas que trabajan en la Puerta del Sol, en el marco de un plan que pretende impulsar el Ayuntamiento para regular este tipo de atracciones turísticas como ya se hizo con los músicos callejeros.

La portavoz municipal, Rita Maestre, ha dicho este jueves en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que la intención del Ayuntamiento es “conjugar la protección de los espacios emblemáticos de la ciudad” con el “derecho” de estas personas de “desarrollar su actividad laboral”.

Maestre ha dado estas explicaciones a raíz de la información publicada por el diario ABC, que informa de que el Ayuntamiento ha exigido poner fin a la instalación de estatuas humanas y obliga a identificarse a las personas disfrazadas, una acción que se enmarca en el plan de protección antiterrorista, según este periódico.

De esta manera, quienes quieran actuar en la céntrica plaza deberán hacerlo con la cara descubierta para poder ser reconocidos por los agentes, medida que busca evitar amenazas a la seguridad pública en un momento en el que España se encuentra en el nivel 4 de 5 de alerta antiterrorista.

Por todo ello, los miles de personas que transitan a diario por la Puerta del Sol dirán adiós a Bob Esponja, Mario Bros, Mickey y Minnie Mouse o Dora la Exploradora, entre otros. Según ha explicado el concejal de distrito centro, Jorge García, el Ejecutivo de Manuela Carmena toma esta decisión a partir de la ley de Seguridad Ciudadana y el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista.

 “No existe ningún tipo de regulación específica, ningún mecanismo concreto para este tipo de actividad”, ha reconocido la portavoz municipal en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.

Por ello, el Ayuntamiento quiere impulsar una normativa que ordene la instalación de los mimos y las estatuas humanas en el espacio público, del mismo modo que se han restringido y delimitado las calles y los horarios donde pueden actuar los músicos callejeros que tienen además que solicitar un permiso municipal para ello.

El pasado febrero, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena presentó una normativa que impide a los músicos actuar en la gran mayoría de las calles del distrito centro e impone horarios en el resto de las zonas, según sean consideradas de “uso terciario” -las más turísticas- o residenciales.