Hubo un tiempo en el que Eduardo Zaplana se creyó intocable. A lo largo de sus 17 años de carrera política, que empezó como alcalde de Benidorm y culminó como ministro y portavoz del PP hace ya una década, siempre estuvo bajo la sospecha por su gestión pública.

Sin embargo, este aura de campeón -mote con el que se le conoce en el ámbito político a Zaplana-, se quebró el pasado martes con su detención, a manos de la Guardia Civil, por blanqueo, cohecho, prevaricación y malversación de fondos públicos.

Tras la detención, el Partido Popular se desmarcó de Zaplana. Sin embargo, a lo largo de su carrera política, los populares siempre tuvieron ciertos recelos con la forma que tenía el exministro de Aznar de gastar el dinero público.

Recientemente, en 'El Plural' publicábamos una noticia sobre uno de los ejemplos más escandalosos de esta malversación de fondos. Durante su etapa al frente del Ministerio de Trabajo, Zaplana decidió gastarse 55.000 euros en turrones que enviaba a decenas de periodistas.


Zaplana y sus regalos a periodistas: 55.000 euros en turrones


5.000 euros en chicles, helados, ketchup...

Sin embargo, esta no es la única polémica que tuvo Zaplana durante estos años. El ex del PP usó parte del presupuesto del Ministerio de Trabajo para pagarse cualquier tipo de gasto, desde regalos navideños a su familia, hasta la compra.

Así, durante 2003 y 2004, pasó decenas de facturas de gasto de la cesta de la compra por un valor de más de 5.000 euros. Chicles Trident, helados Haagen-Daaz, ketchup, lentejas, y un sinfín de artículos que Zaplana adquirió ilícitamente. Desde el PP aseguraban que estos gastos estaban destinados a cenas de trabajo.

Entonces, no existía esta proliferación de medios digitales y el tema, junto con otras polémicas similares, pasó prácticamente desapercibido. El grupo Prisa fue uno de los pocos medios que lo denunció. Por ello, se ganó la enemistad de Esperanza Aguirre que llegó a afirmar que “ninguna agresión sin respuesta”, como réplica ante estas informaciones que dejaban en muy mal lugar tanto a Zaplana como al PP.

Más de 180.000 euros en gastos protocolarios

Asimismo, los gastos protocolarias de Zaplana también llamaron la atención. De julio a diciembre de 2002, el exministro consumió 36.979 euros. Cifra que elevó hasta los 67.000 euros en 2003, y hasta los 78.577 euros en 2004, pese a que desde el 14 de marzo se encontraba en funciones (cesó en abril).

En total, más de 180.000 euros gastados en objetos lujosos para regalos protocolarios. Pero, ¿para quién? Pues, salvó en el caso del Papa -al que regaló un cáliz de plata de 2.000 euros- y el rey de Marruecos -unos gemelos de oro por 1.349 euros-, el resto de regalos se desconoce para quiénes fueron. Solamente se sabe que los compró y pagó el Ministerio de Trabajo, al frente del cual se movía un Eduardo Zaplana con aires de grandeza.